Jueves 06 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 08 > Nacionales
Autocrítica de la Iglesia neuquina por la dictadura
El documento fue elaborado por el equipo de la Pastoral Social. El cura Capitanio, cabeza del grupo, declarará en el juicio a Von Wernich.

NEUQUEN (AN).- Una fuerte autocrítica sobre el rol de la Iglesia durante la última dictadura militar realizó el equipo de Pastoral Social, que depende del obispado neuquino. "Con dolor no podemos dejar de reconocer que, si bien no toda la jerarquía fue sorda al sufrimiento de tantos hermanos, no toda la Iglesia asumió esta actitud imprescindible para ser coherentes con lo que creemos y predicamos", dice un documento que circula por todas las parroquias de la diócesis local.

El documento fue elaborado por la Pastoral Social que coordina el párroco de la ciudad de Centenario, Rubén Capitanio. El cura declarará el próximo lunes como testigo en el juicio contra Cristian von Wernich que se realiza en La Plata.

Capitanio tiene 59 años y fue compañero de seminario de Von Wernich. Además fue el el primer sacerdote que acompañó a las Madres de Plaza de Mayo en sus rondas desde 1978. También estaba previsto para ese día la declaración del obispo emérito de Viedma, monseñor Miguel Hesayne, pero por un problema de salud el prelado, de 84 años, no podrá viajar a prestar su testimonio.

"A raíz de este juicio nos parece oportuno invitarlos a un momento de reflexión que nos permita superar la superficialidad de lo que se publica en los medios para profundizar en nuestra responsabilidad como cristianos y ayudarnos a convertirnos en verdaderos testigos del Dios de la vida", dice esta cartilla de reflexión sobre el juicio al ex capellán de la policía de Buenos Aires en tiempos de Ramón Camps.

El texto recuerda la actitud de "compromiso en esa hora negra de la patria" de obispos como Hesayne, Jaime de Nevares, Jorge Novak, Enrique Angelelli, Ponce de León y otros sacerdotes y laicos "fieles al Evangelio".

"No toda la Iglesia asumió esta actitud imprescindible para ser coherentes con lo que creemos y predicamos", añade el documento.

"Demasiado silencio, falta de participación pública en las demandas de los familiares de los desaparecidos, hacer oídos sordos al reclamo de justicia, demasiada debilidad para llamar al mal provocaron que apareciéramos como cercanos a los dictadores de la muerte, mientras debíamos ser apóstoles de la vida", agrega más adelante la cartilla de reflexión elaborada por la Pastoral Social.

El pronunciamiento señala también que "no se trata de juzgar nosotros al padre Cristian von Wernich sino que será bueno hacer memoria y pensar qué actitud tuvimos cada uno, nuestras comunidades y toda la Iglesia ante el avasallamiento de la vida y de los derechos más elementales".

"Será bueno reconocer que todavía hace falta unirnos como hermanos para, con la humildad del pecador que se arrepiente en serio, pedir perdón y reconocer que nos falta mucho para alcanzar la verdadera justicia y paz y una auténtica reconciliación", agrega.

Finalmente, el texto exhorta a que "esta actitud nos comprometa a que nunca más volvamos a callar, a permanecer indiferentes, a encerrarnos en nuestros miedos" y pide que "sepamos asumir la responsabilidad de anunciar el Dios de la vida 'cueste lo que cueste' defendiendo los derechos y la dignidad de todos los seres humanos".

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