SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La policía mantiene detenido en forma preventiva al taxista acusado de apuñalar a un muchacho que habría golpeado la puerta y el techo de su auto. La víctima sufrió lesiones graves, está internado en terapia intensiva y su estado es crítico.

La discusión habría comenzado cuando la víctima quiso tomar el taxi y el conductor le explicó que ya estaba ocupado y no podía llevarlo. Luego, el pasajero habría golpeado una puerta y el techo del taxi, y el conductor le aplicó una puñalada en el abdomen tras un breve forcejeo.

El episodio se produjo a las 5.30 de ayer en la céntrica esquina de las calles Moreno y Morales, a 100 metros del Centro Cívico, cuando el taxi Fiat Duna interno 011 que conducía Adolfo González se detuvo, y Daniel Pulgar, de 25 años, le solicitó que lo trasladara, junto a dos mujeres que lo acompañaban. En ese momento habría ascendido al taxi otra persona, y la preferencia del taxista habría molestado a Pulgar, que manifestó su descontento golpeando la carrocería del vehículo. Ese acto fue tomado como una provocación por González, de 37 años, que descendió del auto y se trabó en lucha con Pulgar.

La policía no informó de quién, ni de qué tipo era el arma blanca utilizada en la riña, pero se sabe que Pulgar quedó herido en el lugar, con un puntazo en el abdomen, y que media hora más tarde González se presentó en la comisaría Segunda para dar su versión de los hechos y entregarse.

Pulgar ingresó al quirófano del hospital local con una herida que le afectó órganos vitales, como los intestinos y la vena cava, y los profesionales que lo atendieron definieron su estado como "grave, y de pronóstico reservado".

El temor a sufrir a asaltos o sus consecuencias hizo que los taxistas fueran extremadamente susceptibles, sobre todo los que trabajan en horario nocturno, y ya han cometido muchos excesos al enfrentar a presuntos asaltantes o a personas que protagonizan incidentes con alguno de ellos.

El 5 de octubre de 2005 el juez Martín Lozada procesó al taxista Salvador González Marín, porque luego de ser asaltado por dos jóvenes logró detener a uno de ellos y en compañía de otros conductores lo golpearon de tal manera que le produjeron lesiones graves y debió ser hospitalizado.

El 30 de junio de 2006, el juez Gregor Joos le impuso 30 días de prisión en suspenso a otro conductor de taxi, de apellido Garcés, por golpear y ocasionarle lesiones a un joven, que al mando de su automóvil acababa de protagonizar un ligero choque con otro taxista. El imputado integraba la turba de conductores que golpeó en forma cobarde al automovilista, pero sólo lo procesaron a él.