CIPOLLETTI (AC).- Una mujer se debatía anoche entre la vida y la muerte, en el hospital cipoleño, por los severos traumatismos recibidos en un accidente de tránsito que se desencadenó pasado el mediodía en la Ruta 22. Al parecer, la mujer, de unos 35 años, iba a cruzar la peligrosa arteria o ya había encarado ese trámite cuando fue arrollada por una camioneta pick up que se estaría movilizando en dirección oeste-este.

Este hecho ocurrió pasadas las 13.30 de ayer en la intersección de ruta 22 y el camino rural conocido como de Mastrocola (por un tradicional e histórico comercio de venta de comestibles y elementos varios) a unos 3.000 metros del acceso Toschi, casi a mitad de camino entre Cipolletti y Fernández Oro.

En una primera instancia, un operativo policial de la sección Seguridad Vial que se realizaba en la zona, como otros habituales, hizo temer por otro episodio, también en la ruta 22, no lejos de Mastrocola, en el cruce de la avenida Julio Dante Salto con la 22. Luego se informó que ese operativo en el acceso a la Isla Jordán era normal, aunque se agudizó en algunos momentos del mediodía para habilitar el paso de los bomberos que acudieron a apagar un incendio de pastizales en la margen sur del ejido cipoleño. Fuentes del nosocomio cipoleño informaron que la señora -sería de apellido Luján- fue recogida en el lugar del hecho por una ambulancia con personal médico y de enfermería, convocado al efecto por la policía. El cuerpo se hallaba en el suelo, en la banquina sur. Cuando arribó el personal de salud pública la mujer estaba consciente pero luego se desvaneció y entró en coma por un severo traumatismo encéfalocraneano. Se debatía anoche entre la vida y la muerte en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital.

El conductor de la pick up era un hombre mayor, cuya identidad se mantenía en reserva, aunque se iniciaron actuaciones para investigar cómo ocurrieron los hechos y deslindar responsabilidades. El vehículo, una pick up Toyota doble cabina, color claro, dominio GHH 602, mostraba en su parrilla rota huellas del brutal impacto contra el cuerpo de la infortunada mujer.

Desparramados, como testimonios de la tragedia, quedaron zapatos, una cartera, un celular y elementos pertenecientes a la señora herida en el accidente.