COPENHAGUE (AP).- Los servicios de inteligencia de Dinamarca desbarataron ayer un complot para colocar una bomba cuando una unidad antiterrorista detuvo a ocho militantes islámicos con presuntos vínculos con al-Qaeda.

La redada se produjo esta madrugada y generó escozor en un país que fue sacudido por el malestar causado en el mundo islámico por caricaturas del profeta Mahoma el año pasado. Hubo incluso protestas en las que se registraron muertos.

"Esto podría ser un indicio de que Al Qaeda ahora puede agarrar un teléfono y ordenar un ataque terrorista en Dinamarca", expresó Hans Joergen Bonnichsen, quien dirigió hasta el año pasado el servicio de inteligencia. El actual jefe del servicio de inteligencia, Jakob Scharf, dijo que el complot no tenía relación alguna con las caricaturas ni con la presencia de soldados daneses en Irak.

Los sospechosos seis daneses y dos extranjeros con permiso de residencia estaban siendo vigilados desde hacía algún tiempo.

"Con estos arrestos hemos frustrado un ataque terrorista", expresó Scharf. No aclaró cuál era el objetivo. Los sospechosos tienen entre 19 y 29 años y son de ascendencia afgana, paquistaní, somalí y turca. No fueron identificados, pero Scharf los describió como "militantes islámicos relacionados con personas importantes de Al Qaeda". Añadió que los investigadores daneses trabajaron juntamente con "varios colegas extranjeros".

Dos de los sospechosos fueron acusados formalmente ayer mismo de adquirir material para fabricar bombas.