Miércoles 05 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
España: inmolarse por 400 euros
Inmigrante rumano se quemó a lo bonzo en Castellón. Reclamaba ayuda para volver a su país, tras una estafa.

MADRID/CASTELLóN (dpa/AFP/AP) - Un inmigrante rumano se quemó ayer a lo bonzo en España para denunciar la mala situación económica que atraviesa su familia en el país y pedir ayuda para ella.

El hombre se roció con gasolina frente a la Subdelegación del Gobierno en Castellón, en el este de España, y se prendió fuego.

Agentes de la Guardia Civil lograron quitarle la ropa en llamas y evitar su muerte.

El rumano fue trasladado a un hospital y se encuentra en estado grave, si bien no se teme por su vida . "Estaba desesperado", manifestó su hija, quien junto a su esposa había tratado de disuadirle. La familia vive desde hace tres meses en España. Durante un tiempo vendió refrescos en la playa.

El hombre reclamaba el pago de 400 euros para poder regresar a Rumania, después de haber sido víctima de una estafa por la cual le prometieron trabajo y alojamiento para él y su familia en España, según explicó su hija a varios medios españoles.

Con su acción, el hombre intentaba suicidarse para llamar la atención y que su familia recibiera ayuda. Anteriormente ya había dicho a sus familiares que pensaba quitarse la vida lanzándose al vacío desde algún lugar alto.

Este caso puso en primera plana lo que sucede con muchos inmigrantes que arriban a este país trasladados por mafias que les cobran abultadas sumas de dinero, con la promesa de que tendrán contrato de trabajo y vivienda en alquiler.

Pero ellos, como otros, resultan estafados, no consiguen trabajo y deben vivir en la calle.

Así lo contó Isabella, quien narró que hasta ahora subsistieron recogiendo y vendiendo chatarra por las calles.

Isabella añadió que nadie les hizo caso, pues "la policía nos mandaba a Asuntos Sociales, allí nos decían que fuéramos a la Cruz Roja... y desde ahí vuelta a empezar, todo como un círculo y sin recibir ayuda".

No es el primer caso. Otro rumano, Valentín Andrón, se incineró por los mismos motivos y murió víctima de las quemaduras en octubre del 2004 en Valencia.

Entre los latinoamericanos, hay actualmente un millón de ecuatorianos han emigrado hacia España, señaló ayer la canciller María Fernanda Espinosa.

Señaló que Ecuador tiene programado impulsar campañas de sensibilización hacia el fenómeno de la emigración así como una campaña en contra de las redes de traficantes de ilegales, que en este país ofrecen llegar principalmente hacia EE. UU o Europa en un periplo que incluye una travesía inicial por el océano Pacífico en barcos pesqueros y precarias condiciones.

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