NEUQUEN (AN).- Claudio Barrientos y Daniel Martínez fueron procesados ayer con prisión preventiva por el asesinato del sargento ayudante Gabriel Jara, ocurrido el 7 de agosto pasado.
Como anticipó "Río Negro", el juez Cristian Piana dio a conocer ayer a la fiscalía y la defensa su resolución, justo en el límite del plazo legal. No se suministró copia a la prensa del escrito del magistrado.
Según se pudo saber, acusó a Barrientos (30) y Martínez (25) de ser coautores de "homicidio doblemente calificado por la condición de policía de la víctima y por el uso de armas" y de "tentativa de homicidio doblemente calificado" por los mismos agravantes. Es decir que a criterio del magistrado, también trataron de matar al oficial Walter Bustos, que acompañaba a Jara.
El juez no aclara quién de los dos le pegó el balazo mortal a Jara. Tampoco indica si fue el tercer sospechoso, un individuo hasta ahora no identificado que podría ser Martín Espiasse o, más probablemente, un joven de apellido Figueroa detenido hace dos semanas.
Trascendió que el juez se basó, entre otras pruebas, en las ruedas de reconocimiento. Hubo testigos, en especial el oficial Bustos, que identificaron a Barrientos y Martínez como los sujetos que la mañana del 7 de agosto estaban en la esquina de Intendente Carro y Misiones donde se produjo el tiroteo.
También utilizó para procesarlos los elementos secuestrados en diversos allanamientos, como armas de fuego y chalecos antibala con la leyenda "Policía de Río Negro" que habrían estado en poder de los imputados.
La prisión preventiva, en caso de quedar firme, se mantendrá hasta el juicio oral. Lo que no trascendió es si Barrientos será puesto a disposición de otros tres jueces que lo reclaman en dos provincias: en Río Negro, donde está condenado por una serie de robos con armas, y en Chubut, donde se le atribuye su participación en el asesinato de tres policías.
En cuanto a Martínez, se supo que había recuperado su libertad a principios de este año luego de pasar una temporada preso en Batán y no tendría penas pendientes de cumplimiento.
En cuanto al tercer sospechoso, que la mañana del crimen logró fugarse, la policía insiste en que se trata de Espiasse, un sujeto con pesados antecedentes. Sin embargo, entre los investigadores crece la presunción de que se lo confundieron con otro individuo, Figueroa, quien la noche anterior al tiroteo cometió un asalto acompañado de Barrientos y Martínez.
Además los tres vivían en la misma casa.
Jara murió tras recibir un balazo en la cabeza. También lo hirieron en una pierna y en el pecho.
El suboficial conducía un Volkswagen Polo y se dirigía junto con Bustos a realizar un procedimiento cuando observaron a los tres sospechosos en la esquina y decidieron detenerlos, sin pedir apoyo y sin estar equipados con chalecos antibala.
