GUALEGUAYCHú y FRAY BENTOS.- Más de un millar de manifestantes argentinos atravesaron ayer el puente internacional entre las ciudades de Gualeguaychú y Fray Bentos (Uruguay) para protestar contra la instalación de la papelera Botnia en la costa uruguaya del río Uruguay, que estuvo protegida por 500 policías.

Los manifestantes atravesaron el puente en alrededor de 300 automóviles, realizaron su protesta que llegó hasta las cercanías de la planta, y luego regresaron, sin que se registraran incidentes.

El último dato fue crucial para el gobierno de Kirchner, que mantiene avanzadas las negociaciones con Uruguay para superar el conflicto. Temían que una jornada con incidentes tirara abajo todo lo que se estuvo atando en los últimos días. Trascendió ayer que el presidente se ha propuesto despejarle el camino a su esposa -si llega a ser elegida- y la tensión con Uruguay es un punto crucial en su agenda.

En una nueva fase de la reivindicación que sostienen desde hace más de dos años, con constantes bloqueos del puente, los manifestantes marcharon ostentando banderas celestes y blancas, y munidos de mascarillas médicas en señal de la polución que afirman desencadenará la pastera.

El Ministerio del Interior de Uruguay había desplegado un dispositivo de seguridad que incluyó, además de efectivos de la aduana y de la policía, agentes de Montevideo y departamentos vecinos. Todos ellos estuvieron apostados en tres cordones sucesivos de seguridad: los dos primeros dedicados al control de documentación y a la confiscación de eventuales objetos considerados peligrosos, y un tercero apostado en las cercanías de la planta, infranqueable.

Desde el último cordón se divisaba con nitidez la enorme estructura de Botnia, cuya inversión fue de 1.200 millones de dólares, y se prevé que entre en actividad a fines de septiembre.

Hasta allí llegaron los manifestantes, que dejaban escuchar en las radios de sus automóviles un discurso de guerra, que exigía al gobierno del presidente Néstor Kirchner aplicar a los uruguayos que viajen a Uruguay la exhaustiva revisión a la que fueron sometidos por fuerzas policiales uruguayas.

Cantaban "Fuera, fuera Botnia, fuera", "cada vez somos más" y "no a las papeleras".

Un jubilado llamado Víctor portaba un enorme cartel escrito en finés, y lo tradujo al español: "Santa Claus, ¿tanto te ha cambiado la codicia por el dinero? Cuando yo era niño, tú me dejabas hermosos juguetes. Ahora que tengo canas, que soy abuelo, que tengo descendientes, tú me los quieres matar. ¿Te has convertido en un asesino?".

Los manifestantes hicieron dos proclamas, una leída por la militante argentina Ana Costa, quien dijo "no a la violencia" y a la agresión que implicaría la planta de Botnia para la zona, que "pone de rodillas a nuestras naciones frente a multinacionales".

En la cercana Fray Bentos, a ocho km de la frontera y lejos de la actividad policial, la jornada transcurrió en calma entre los ciudadanos y como toda respuesta se dejaban ver banderas uruguayas colgando de las ventanas.

Botnia inauguró el miércoles su terminal fluvial en Uruguay, con la presencia del presidente Tabaré Vázquez. (AFP y DyN)