Lunes 03 de Septiembre de 2007 Edicion impresa pag. 28 > Internacionales
El partido de Lula va por la discriminalización del aborto

SAN PABLO- El gubernamental Partido de los Trabajadores de Brasil aprobó ayer, tras un acalorado debate, la discriminalización del aborto, en el último día del III congreso nacional de la agrupación de izquierda.

La discusión se dio a raíz de la propuesta "Por un Brasil de Mujeres y Hombres Libres e Iguales", presentada por la Secretaría Nacional de Mujeres del PT.

En una primera instancia se buscaba la "legalización" de esa práctica, pero en función de la intensa polémica se optó, en forma consensuada, por la "discriminalización" de la misma y la reglamentación de la atención de todos los casos (de aborto voluntario) en el servicio público (de salud)".

En defensa de la propuesta, la ministra de la Secretaría Especial de Política de Promoción de Igualdad Racial, Matilde Ribeiro, afirmó estar "segura de que a ninguna mujer en este país o en este mundo le gusta hacerse un aborto", pero consideró que la discriminalización del mismo "es para que ellas (las que se lo hacen) no mueran en abortos clandestinos, no mueran víctimas de la omisión del sistema de salud".

Otras voces se declararon contrarias a la propuesta, como la del diputado Adair Cunha, quien consideró que el partido "no puede aprobar algo que violente a aquellos que no están de acuerdo con el aborto", o la de la delegada Angela Guadagnin, quien dijo que un feto de tres meses "ya tiene sexo definido y huellas digitales" y por tanto "es una vida completa".

En ese momento, varias delegadas formaron una corriente humana dándose las manos ante la mesa que dirigía los debates, y fueron apoyadas por buena parte del plenario que clamaba "Partido, partido, es de las Trabajadoras".

Anteriormente, fue decidido que el PT apoyará la "construcción" de una candidatura única a la presidencia de la república en los comicios de 2010, junto a los partidos aliados del actual gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La resolución establece que el partido sea "el dirigente de la conducción del proceso de sucesión presidencial" de 2010, y destaca la necesidad de "preservar la coalición gubernamental (y) perfeccionar su base de sustentación política, pero sin olvidarse de defender los intereses del partido, de los trabajadores y de los movimientos sociales". (DPA)

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