MADRID- Un artefacto estalló ayer sin causar daños junto a una autopista en la provincia española de La Rioja, en el norte del país, mientras que otra autopista en Cantabria tuvo que ser cerrada en un tramo de dos kilómetros por una amenaza de otro atentado que no se concretó.

Por su parte el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en entrevista concedida al diario "El País" que "en torno a ETA sólo cabe pensar cuánto va a durar, nunca lo que pueda conseguir, porque no va a conseguir nada".

A ocho meses de las elecciones legislativas, el líder de los socialistas inicia el curso político tras las vacaciones estivales con una extensa conversación publicada ayer en la que defendió como su deber y su responsabilidad la negociación con ETA.

Una llamada anónima al organismo vasco de asistencia en carretera, cuánto, advirtió hacia las 11H50 GMT de la colocación de un explosivo cerca de la ciudad riojana de Fuenmayor, informaron fuentes oficiales a la AFP.

"Nos han informado de la colocación (de la bomba)" señaló la fuente consultada vía telefónica en la cuánto, antes de que las autoridades dieran cuenta del estallido de uno de los artefactos.

Al ser interrogado sobre si la organización armada separatista vasca ETA había reivindicado el atentado, como es usual en este tipo de acciones, el portavoz señaló que se limitaron a indicar que iba a producirse la explosión.

Minutos después, otra llamada anónima advirtió de un segundo ataque, aunque no se produjo ninguna explosión.

"Suponemos que (la autoría de ETA) corresponde a este tipo de llamada", dijo el portavoz.

El artefacto estaba compuesto por entre 200 y 400 gramos de explosivos, afirmó el delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia.

En Cantabria (en el noreste), la policía tuvo que cerrar un tramo de dos kilómetros en la A-67, cerca de Torrelavega.

Otras carreteras en las que supuestamente debían estallar bombas se mantuvieron cerradas a la circulación hasta que concluyeron las inspecciones y se comprobó que no había ningún otro artefacto.

Todos los tramos de la red vial cerrados fueron reabiertos después que los especialistas confirmaran la ausencia de indicios de bombas.

En los últimos tres años, el grupo armado vasco colocó explosivos en carreteras coincidiendo con las operaciones especiales de tráfico.

Otra explosión coincidió con el paso del Tour de Francia por el Pirineo español.

"La obligación de un gobierno es combatir, prevenir y luchar por acabar con la violencia terrorista", justificó Rodríguez Zapatero. "Con la misma firmeza que he defendido la posibilidad de un diálogo, voy a prevenir y perseguir a aquellos que intentan con las bombas hacernos daño. (...) La democracia ha ganado hace tiempo la batalla a ETA", aseguró el presidente.

(AFP/DPA)