SEUL- Algunos de los ex rehenes surcoreanos en Afganistán que retornaron ayer a su país recibieron "duros" golpes por parte de sus secuestradores, según uno de los pastores de la Iglesia cristiana a la que pertenecen.
Los talibanes castigaron de esa forma a los surcoreanos por rechazar convertirse al Islam, dijo Park Eun Jo."Su padecimiento fue peor de lo temido", declaró Park este domingo, citado por la agencia de noticias Yonhap. El pastor había hablado previamente con el grupo de 19 surcoreanos liberados.
Los talibanes amenazaron a dos rehenes del grupo con la muerte si no se convertían al islamismo, contó Park. Estos dos hombres también protegieron a las mujeres de su grupo del peligro de ataques sexuales por parte de los secuestradores, indicó.
De todas maneras, Park se mostró aliviado de que los ex rehenes no tengan problemas de salud de mayor gravedad.
Los ex rehenes, de un total de 23 misioneros que habían sido secuestrados, arribaron ayer al aeropuerto internacional Incheon en Seúl, procedentes de Dubai. "Nos disculpamos por haber causado inquietud", dijo una de las ex rehenes a periodistas.
El grupo en conjunto quería agradecer a todos aquellos que se ocuparon para que retornen a salvo. "Le debemos mucho al país y a su gente", aclaró Yu Kyong Sik.
El gobierno en Seúl ratificó que no se pagó rescate a los radicales islámicos talibanes. Como señal de su pesar, los 19 hombres y mujeres hicieron reverencias en la sala de arribo de la terminal aérea delante de las cámaras.
En el centro, familiares portaban fotografías de los dos hombres que fueron asesinados por los talibanes durante su secuestro. Muchos de los ex rehenes, que exhibían señales de cansancio, lloraban o estaban cerca de las lágrimas. Tras su arribo, los 19 surcoreanos fueron trasladados del aeropuerto a un hospital en un suburbio de Seúl para ser revisados, y se encontraron allí con sus familias. (DPA)
