Tras diecisiete horas de polémico escrutinio, el candidato justicialista Juan Schiaretti resultó hoy electo gobernador de Córdoba por poco más de un punto de ventaja sobre el postulante del Frente Cívico y Social, Luis Juez, quien denunció que le "robaron la elección" y anunció que recurrirá a la Justicia. De este modo, el justicialismo local se aseguró la sucesión del gobernador José Manuel De la Sota, quien gobernó esta provincia durante ocho años, y le arrimó un triunfo fundamental al presidente Néstor Kirchner y a la candidata Cristina Fernández, después de la derrota de ayer en Santa Fe.
Escrutado 97,93 por ciento de las mesas, Schiaretti obtenía 37,05 por ciento de los votos; Juez, 35,95 por ciento y el radical Mario Negri 22,26 por ciento. Sin embargo, Juez ya anticipó que impugnará el resultado y que pedirá un recuento voto por voto, porque "ayer nos robaron, nos metieron la mano en el bolsillo", dijo. "Un puñado de ladrones nos robaron un sueño. Y a los ladrones no hay con que darles cuando son dueños del poder, de la seguridad y la justicia. Pero vamos a impugnar esta elección y vamos a pedir un recuento voto por voto", advirtió en un improvisado discurso frente al Correo Argentino, donde se desarrolló el cuestionado escrutinio.
Megáfono en mano y ante a sus perseverantes seguidores que estuvieron desde las 3 hasta las 10 de la mañana frente al lugar del recuento, Juez pareció resignarse en forma implícita ante el triunfo oficialista, aunque en ningún momento habló de admitir su derrota, ya que considera que fue "víctima de un despojo y una atrocidad".
Schiaretti rechazó los cuestionamientos juecistas y acusó al intendente de la capital cordobesa de apelar a "una actitud intolerante, antidemocrática y totalitaria que socava el funcionamiento de las instituciones democráticas". En una conferencia de prensa brindada esta mañana en la Casa de Gobierno, donde estuvo acompañado por su vice, Héctor Campana, y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, el mandatario electo afirmó que su triunfo fue "legítimo e inobjetable".
Un escutinio que pareció eterno.- Las elecciones en Córdoba quedaron teñidas de sospechas de irregularidades por la duración del escrutinio y por el modo oscilante en el que se procedió con la carga de datos. El recuento oficial se inició a las 22 de ayer con una sorpresiva ventaja a favor de Schiaretti de 20 puntos por sobre Juez, producto de la carga de datos del interior del país, donde el peronismo es más fuerte, y una demora en la difusión de las mesas de la capital, el bastión juecista.
Estas cifras contrastaron claramente con los sondeos a boca de urna que daban una ventaja de entre 1 y 2 puntos al candidato del Frente Cívico y Social. Después, a partir de las 23, el recuento cambió abruptamente de rumbo y Juez empezó a crecer vertiginosamente en la cantidad de votos, al punto de que a la 1 de la madrugada ya estaba a sólo 5 puntos de Schiaretti.
Ese proceso continuó en forma constante y a las 2.38 por primera vez Juez su puso al frente: 36,70% contra 36,60% de Schiaretti. Pero, misteriosamente, cerca de las 3 se cerró el centro de prensa donde se estaban difundiendo los datos oficiales y ya no hubo información en televisión.
Juez entendió que el conteo estaba en peligro y convocó a todos sus militantes a trasladarse a la sede del Correo Argentino para evitar un fraude. En ese lapso, se cortó sorpresivamente la tendencia alcista de Juez en el sufragio, después de cuatro horas de crecimiento ininterrumpido; Schiaretti recuperó la delantera por medio punto y a partir de las 5 de la mañana no abandonó más el liderazgo en el recuento.
Fuente: DyN