LOS MICHES (ACHM-AN).- Al cabo de una suerte de asamblea que sumó a más de un centenar de vecinos, la gran mayoría aceptó instrumentar la 'ley seca' en este pequeño poblado y cuatro parajes aledaños. La norma se votará en la sesión de la semana próxima que, como siempre, se realizará el martes y es posible que además de la prohibición total de expendio de bebidas alcohólicas también se acuerde la instrumentación de controles en el acceso a Los Miches.

Los vecinos de este pueblo -que se ubica a 15 kilómetros de Andacollo- creen que es el consumo excesivo de alcohol es el causante de más de una desgracia pues al cabo de discusiones menores se produjeron trágicos enfrentamientos, como el que le costó la vida a Jazmín Pilquiñan hace apenas unas semanas.

El intendente Edmundo Padres -quien en diciembre inicia su segundo período- se ha puesto al frente del reclamo y lo mismo entendieron el resto de los integrantes de la comisión municipal. Ayer, en una suerte de audiencia pública, el respaldo a la prohibición fue contundente.

Es más, casi todos los mayores de 18 años firmaron el petitorio. Los Miches (plural de un arbusto muy difundido en la zona) abriga a unas 800 almas, de las cuales 180 rubricaron el pedido para que nadie venda alcohol en estas tierras.

"A mi no me consultaron y tampoco me convocaron a la reunión. Creo que no tiene sentido prohibir, la gente se va a ir a Andacollo para comprar bebidas; es más, va comprar todo allá y el daño va a ser muy grande", afirmó ayer Osvaldo Venegas, propietario de una despensa.

El comerciante recordó que "ninguno de los hechos policiales" se produjo en los negocios del pueblo: "todos fueron en casas".

La mayoría de los vecinos de Venegas no piensa como él. Es más, quieren ampliar el círculo de la prohibición a "Los Chacayes", "Tierras Blancas", "Lileo" y "Boleadera", los parajes inmediatos a Los Miches, un pueblo de crianceros con fuerte influencia de un par de comunidades mapuches.

La de ayer fue una sesión deliberativa en la que se tomó nota en acta de todos los puntos en los que están de acuerdo los vecinos. La tarea para el martes es volcar los conceptos en términos reglamentarios para llevar un proyecto de ordenanza al recinto legislativo. Allí, el presidente de la comisión vecinal -que equivale a la intendencia en un municipio de tercera categoría- tiene mayoría por lo que sería perfectamente factible la aprobación de la norma.