NEUQUEN (AN).- Si en este momento se produjera un accidente con cuatro heridos graves, el sistema público de Salud no está en condiciones de garantizar la adecuada atención de las víctimas y muy posible que se registren muertes, más de una.

La advertencia fue compartida ayer por el defensor del Pueblo de Neuquén, Juan José Dutto, la defensora del Niño y el Adolescente Nara Osés y Reneé Paniguá, miembro de una asociación de pacientes y familiares en espera para ser atendidos. Es que en Neuquén, a partir de la crisis del sistema de Salud, "el derecho a la vida está en cuestión", afirmaron ayer a través un documento de 11 páginas donde se describe punto por punto el problemático cuadro de situación en boca de los jefes de servicio de cada sector. En el escrito, además, se menciona el caso de Jorge Villagra, un hombre que murió el 28 de diciembre esperando ser operado. Dutto y Osés tomaron la decisión de unificar el reclamo y apelar a los tres poderes del Estado.

A la vez, analizan los mecanismos posibles para llegar con el caso a la Corte Suprema de la Nación que, en casos específicos, ha fallado en favor en favor de pacientes urgidos de atención ante la desprotección estatal.

Con todo, ayer presentaron el documento con el que reclamarán soluciones al Ejecutivo, a la Legislatura y las autoridades provinciales electas.

En el marco de la crisis, un grupo de pacientes oncológicos reveló ayer que el único acelerador lineal que estaba disponible para los pacientes de los hospitales y clínicas privadas de la ciudad se rompió y recién en 20 días habría una solución. La urgencia de las enfermedades que se tratan con el sistema condicionó que los casos extremos fueran derivados a Buenos Aires, una situación que genera nuevas problemáticas a las personas que reciben el tratamiento.

El grupo pidió la intervención de la Legislatura para encontrar una solución, ya que si bien la Fundación Médica de Río Negro y Neuquén, a donde se derivan los enfermos oncológicos del sistema público, ya adquirió nuevo equipamiento, advierten que el problema será recurrente. "El sistema está desbordado. Según nos explicaron, el acelerador lineal dejó de funcionar porque tiene capacidad para tratar a unas 70 personas por día, pero se estaba utilizando para más de un centenar", indicó Susana Wálter, una de las referentes del grupo de pacientes que se acercó a dialogar con los diputados. En realidad, fueron recibidos por Beatriz Kreitman (ARI), Carlos Moraña (PI) y Raúl Radonich (Frente Grande), pero en la comisión sólo pudieron entregar el petitorio.