En medio de un clima enrarecido, con dirigentes que -a excepción del presidente José María Aguilar- cuestionan ya públicamente a Daniel Passarella y sugieren cambios, River buscará ganar sí o sí, cuando reciba a Estudiantes, que viene de conseguir un agónico empate ante San Lorenzo.

En su primer partido como local en el torneo, River saldrá a jugar en un estadio Monumental en el que habrá un operativo especial de seguridad no sólo por la sangrienta interna que vive su barrabrava, sino también porque el sector del hall, donde suelen reunirse los socios para festejar o criticar, puede llegar a convertirse en el lugar de protesta de los hinchas si el equipo no gana.

Aguilar respaldó a voz solitaria a Passarella, aunque otro dirigente de su gestión, el protesorero Héctor Cavallero, advirtió sobre una "debacle" en el caso de que River no le gane a los platenses. Mientras, tres grupos de Infantería custodiarán el hall del Monumental, el lugar de la protesta 'millonaria'.