"Tenemos muchas falencias logísticas, pero la parte humana es fuerte", dijo el jefe de bomberos de Barda, Cristhian Llancamil. "El fuego iba serpenteando por los pastos secos, así es que los peones iban indicando por dónde iba la huella del fuego. Las mujeres traían agua de las casas para tirarle a los pinares que hay frente a las viviendas, mientras otra gente iba buscando a los animales que se escapaban, para que no quedaran atrapados ya que no había un frente lineal de fuego", se detalló.
El presidente de la comisión directiva, Pedro Torres, lamentó la pérdida del funcionamiento de la autobomba que se quemó en su parte eléctrica: quedaron sin mangueras y quedó inutilizado parte del sistema.
"Yo veía el rostro de los bomberos con lágrimas en los ojos por el camión, porque cada cosa se consigue muy a pulmón y casi sin ayuda; pero vamos a seguir luchando", dijo Torres.
Destacó que cada manguera que se quemó tiene un costo de 900 pesos, y que dos de ellas habían sido aportadas por el municipio de Cordero; que junto con el de Campo Grande, son los que facilitan el instrumental que tiene el cuartel.