La política se aleja de la sociedad cuando ésta advierte que las preocupaciones y urgencias de los políticos no mejoran la vida concreta del hombre común.
Río Negro sigue la vorágine electoral, especialmente el oficialismo, ocupado y preocupado en contrarrestar los costos de la intervención partidaria. Otro tiempo dedicado a las campañas municipales y a las discordias internas. La oposición acompaña con igual interés.
El gobierno de Miguel Saiz mantiene su marcha esquiva y desatenta a los problemas reales. La providencia reina las acciones y la escasez financiera reinstala viejos conflictos.
La obra social es el caso más dramático. En su momento, la inyección de recursos mejoró el servicio, pero faltaron las reformas estructurales. Hoy, los dilemas del Ipross vuelven con el desfinanciamiento.
De la caja provincial salen dos millones por mes para la obra social. Esa asistencia significa que los rionegrinos destinan 15 pesos mensuales para cada uno de los más de 130.000 afiliados, más allá de los aportes que realizan cada trabajador-afiliado y el Estado-empleador. Esos esfuerzos son insuficientes y el Ipross registra además un déficit, que financia con la demora de los pagos. La Federación Médica ya reclama tres millones por servicios impagos. El riesgo económico despabila a los empresarios-médicos.
En el gobierno nadie desconocía el desequilibrio del Ipross. Recibe 40 pesos por afiliado y abona casi el doble por prestaciones. Primordial: había y hay que mejorar ingresos y reducir los egresos. Poco y nada se hizo en ese sentido, aunque la ecuación se profundizó con la suba de los costos prestacionales después del impacto devaluatorio del 2002.
No se planteó seriamente subir los aportes (el 3,5% del empleado), todavía se sigue evaluando cuándo y cuánto incrementar el coseguro (2,5 pesos en consultas) y no existió decisión para revisar exhaustivamente los convenios. Mucho menos, reforzar y ejecutar los controles a los prestadores. Poco se actuó en favor de los afiliados.
Hay un ejemplo concluyente: los médicos de Viedma no tienen convenios con el Ipross para atender en consultorios. Afecta a más de 30.000 afiliados un cuarto del padrón total y la situación lleva cinco años, que comprenden a las gestiones de Adriana Gutiérrez hoy ministra de Salud y de José Luis Collinao.
Un centenar de médicos del Colegio reniega de la obra social y cobra directamente su consulta (de 40 a 60 pesos). Los afiliados dependen de un
reintegro parcial, que sólo llega a los 14 pesos. Este sistema se mantiene frente a la desidia gubernamental. Sobraron instrumentos para recuperar la relación prestacional, como cuando el Ipross abonó más de dos millones por deudas que en el 2002 originaron este corte del servicio.
La propuesta al Colegio de esta semana rondó los 360.000 mensuales y la entidad reúne a 110 médicos, promediando así casi 3.300 pesos por profesional. El triple de lo que reciben sus pares del resto de la provincia.
¿La relación prestacional es diferente?, reaccionan desde la entidad. Es cierto, pero ya hay otras respuestas: los consultorios del propio Ipross y de las mutuales. Los pedidos de reintegros desnudan que los médicos del Colegio cubren solamente la mitad de las prestaciones.
Hay razones más terrenales. "Mantienen el corte para hacer caja todos los días y, en cambio, tienen convenios con el Ipross en cirugías que saben que los afiliados no pueden pagarlas", explica la defensora del Pueblo, Ana Piccinini. Un amparo colectivo suyo puso en marcha un mecanismo para que la Justicia resuelva lo que no pudo el poder político.
El STJ convocó a una conciliación que fracasó y, ahora, el tribunal procurará que los afiliados recuperen la plena atención del Ipross. Las opciones en análisis son dispares, desde la fijación de un valor de la prestación hasta la directa exclusión de los médicos del registro de prestadores del Estado (Ipross), pasando por la adhesión obligatoria al acuerdo con la Federación. Cualquier fallo tendrá basamento en el artículo 59 de la Constitución provincial, ya que el Estado "organiza y fiscaliza a los prestadores" de Salud, asegurando acceso "igualitario, solidario y oportuno".
En dos semanas el STJ deberá resolver, mientras las partes siguen negociando. ¿El temor encarrilará intereses desenfrenados y funcionarios desorientados?
Nadie del oficialismo sorprendentemente supo acercar la solución. Además, hay facilidades poco explicables cedidas a los prestadores. Por caso, los profesionales fijan sus prioridades: resisten la atención de consultorios, pero acuerdan por otras prestaciones.
Hay un ejemplo menor, pero ilustrativo: en el Colegio se rechaza el convenio por consultas, pero su presidente y su tesorero, Osvaldo y Reynaldo Galaburri, sí mantienen acuerdos con el Ipross por sus especialidades médicas (obstetricia y kinesiología).
La responsabilidad es de los funcionarios. Tampoco la Comisión Legislativa de Seguimiento del Ipross hizo mucho. Este año solamente se reunió en una oportunidad y fue para formalizar su integración.
"Hay problema de gestión", concluyen en el gobierno. Collinao tiene un descargo reservado que ya escucharon algunos ministros. Relata que aportó salidas, pero que nunca recepcionó qué dirección adoptar en esas cuestiones estructurales.
La vacilación y la indecisión son sensaciones que Saiz propaga peligrosamente en el seno de su gobierno. ¿La horizontalidad propuesta será mal usada por sus funcionarios?
Los tiempos que llegan exigirán otra actitud. Esta semana llegarán los 50 millones que Nación remitirá a Río Negro. Hacienda atesorará esa disponibilidad. El ministro Verani alerta que de las reservas dependerán de cómo llegará el Estado al año próximo.
El oficialismo quedó esta semana encorsetado en la intervención partidaria. Habrá sorpresas en el desenlace de la historia, pero ya hay zozobra con la sensación de arrebato de la pertenencia a la UCR.
Inquietud que no despejó incluso un hecho alentador para el oficialismo: un diálogo inicial entre el intendente Alberto Icare y el ex gobernador Pablo Verani. ¿Será el inicio de nuevas marchas conjuntas? Falta todavía para eso.
Hay una cruda conclusión que madura simultáneamente en el gobierno: la imperfección de la política es que no puede controlarlo todo durante mucho tiempo.
ADRIAN PECOLLO
pecollowa@yahoo.com.ar