CENTENARIO (ACE).- El secretario de Gobierno de la municipalidad de Centenario, Claudio Machado, solicitó ayer a la fiscalía general que se investiguen presuntas irregularidades en el matadero municipal concesionado a un grupo de matarifes de la región.
El pedido de investigación llegó tras conocer del derrame de efluentes de color sanguinolento al río Neuquén a través de un ducto que venía del matadero municipal, el que quedó al descubierto debido a la gran bajante del curso de agua.
Machado dijo que la presentación se hizo cuando los hechos tomaron "público conocimiento" y que no había desde el Tribunal de Faltas de la ciudad ninguna sanción.
Aclaró que el martes, uno de los representantes de la cooperativa de matarifes que tiene a su cargo la concesión del matadero municipal se acercó al comité de crisis de la comuna y dejó documentación en la que se expuso que durante la semana habían adelantado a Recursos Hídricos de la provincia que el matadero había sufrido desperfectos que provocaron "anormalidades en la descarga". Presentaron además planos del edificio del matadero.
"Tal vez fue para justificar lo que ya se conocía, o porque habíamos tomado contacto con el veterinario del matadero y sabían que íbamos a hacer una presentación judicial ante lo que pasó", afirmó. "En ningún caso se habla de una clausura o suspensión de las actividades en forma preventiva: se dejará que actúen los organismos y la planta trabaje en las condiciones que lo reglamentan las leyes", aclaró.
El secretario de Gobierno destacó que paralelamente a la presentación en la Justicia, se coordinaron inspecciones con organismos provinciales como Recursos Hídricos -que tiene el poder de policía sobre los efluentes hacia el río-, con Medio Ambiente, Senasa y Bromatología de la comuna.
"En forma conjunta o individual se habían realizado inspecciones al matadero. La última había sido por el mal funcionamiento de la chimenea del digestor, hubo una inspección por efluentes, por la captación, y se habían hecho análisis que estaban pendientes desde el Senasa", dijo Machado.
Recordó que cuando él no estaba aún en la secretaría se habían hecho inspecciones en una chacra debido a que se vertían restos de sangre en el predio supuestamente como abono, tras la denuncia de malos olores. "El vertido de sangre se dejó de hacer como medio de abono hasta que se hicieran análisis y hubiera un dictamen de que ese tipo de abono no era contaminante", dijo Machado.