SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- La canasta básica alimentaria en esta ciudad es un 29,5% más cara que en la capital federal y el gran Buenos Aires, de modo que una familia barilochense de cuatro miembros necesitó en junio pasado un ingreso mínimo de 556,63 pesos para no caer bajo la línea de indigencia.
En la canasta básica total -que determina la pobreza- aparece una disparidad similar: mientras que en Buenos Aires eran pobres todas las familias tipo con un ingreso inferior a los 858,08 pesos, en Bariloche esa cornisa se corrió hasta los 1.181,6 pesos.
Los datos surgen de un exhaustivo trabajo realizado por el Centro de Estudios Regionales (CER) que comparó el costo de vida a nivel local con los guarismos oficiales difundidos por el INDEC y también con los relevamientos de la ONG Adecua.
Más allá de esa "foto" que refleja la situación al cierre del primer semestre, lo preocupante es que la inflación del precio de los alimentos en Bariloche progresó a un ritmo muy superior al registrado en la metrópoli.
El informe demuestra que en esta ciudad el costo acumulativo de la canasta básica alimentaria creció entre enero y junio un 8,64%, mientras que según el INDEC en capital y GBA sólo evolucionó un 3,63%. Para Adecua, en cambio, la inflación en el precio de los alimentos, también para Buenos Aires, fue del 6,4%.
El ritmo desigual en el incremento de precios entre Bariloche y Buenos Aires permite pronosticar que la brecha en el costo global de las canastas -y en consecuencia en las líneas de pobreza e indigencia- será cada vez mayor.
El Centro de Estudios Regionales, que dirige Hugo Monasterio, también elaboró el año pasado el primer estudio de Producto Bruto Interno de Bariloche y prepara para el próximo mes una medición local del índice de precios al consumidor que también será comparable con el que difunde el INDEC.
El organismo nacional nunca incluyó a Bariloche en sus mediciones, a pesar de que es la ciudad más grande de la provincia y es altamente representativa de la economía turística. En la Patagonia el INDEC sólo hace relevamientos regulares en los conglomerados Viedma-Patagones y Rawson-Trelew.
El informe sobre la elaboración de la canasta alimentaria explica en detalle de qué forma se determinan las "necesidades kilocalóricas" de un varón adulto de entre 30 y 59 años, que es tomado como parámetro para definir el consumo alimentario mensual y luego su costo. Ese valor se traslada luego a una tabla con tres familias tipo, compuestas por 3, 4 y 5 miembros.
La disponibilidad de datos precisos sobre el costo de vida en esta ciudad aportará una nueva plataforma técnica a las pujas salariales. Muchas veces los sindicatos sustentan su reclamo de un "plus por zona" en el sobrecosto local de los alimentos, el transporte, la ropa y los alquileres.
A su vez, un estudio adicional sobre el ingreso promedio de las familias barilochenses (cotejado con el valor de las canastas) servirá para conocer el número de pobres y de indigentes, que hasta hoy sólo se presumen.
El Centro de Estudios Regionales añadió como conclusión adicional que los sobreprecios detectados en esta ciudad en la generalidad de los productos alimentarios perjudican a la economía turística porque tienden a anular la ventaja derivada del tipo de cambio.
