Martes 28 de Agosto de 2007 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Violento asalto a un matrimonio
Los mantuvieron retenidos varias horas y sólo les sacaron 200 pesos

BUENOS AIRES (Télam)- Un comerciante jubilado y su esposa fueron asaltados y heridos cuando salían de un bautismo en el partido de Hurlingham por cuatro delincuentes armados que los mantuvieron cautivos en su auto, los llevaron hasta su casa de Olivos y tras golpearlos les robaron poco dinero y objetos de valor.

Fuentes policiales dijeron que el hecho ocurrió el domingo a la noche cuando Juan Carlos Zurga, de 65 años, y su esposa, de 63, circulaban a bordo de su Volskwagen Vento de regreso a su casa y fueron interceptados por cuatro ladrones armados que se movilizaban en otro auto y los amenazaron de muerte.

El comienzo del asalto se produjo cerca de las 22 cuando Zurga, quien había sido dueño de una tapicería, detuvo su marcha en una barrera, en Hurlingham, y fue sorprendido por un automóvil que se le puso a su lado.

En ese momento, dos de los ladrones le apuntaron con armas y los obligaron a pasar al asiento trasero del Volskwagen y se llevaron cautivos al comerciante y a su esposa, mientras que los otros dos delincuentes los siguieron en un Peugeot 206.

El hombre dijo luego ante los investigadores que los ladrones los condujeron hasta la autopista del Oeste, donde detuvieron su marcha y los hicieron pasar a los golpes de un vehículo al otro.

Luego, los cautivos fueron llevados hasta su casa, en la avenida Del Libertador al 3.400 de Olivos, a 13 cuadras de la residencia presidencial.

Allí, dos de los ladrones obligaron al comerciante a entregarles las llaves de la casa e ingresaron a robar los objetos de valor. En tanto, los otros dos ladrones se quedaron dentro del Peugeot 206 con el hombre y su esposa privados de la libertad.

"Dos de los delincuentes eran más jóvenes y estaba muy violentos", dijo la víctima a la policía.

Los investigadores dijeron que tanto Zurga como su esposa fueron golpeados con las culatas de un arma de fuego para que revelaran dónde tenían guardado dinero. Es que las víctimas decían que no lo tenían, lo que puso furioso a uno de los asaltantes que no paraba de golpearlos.

Al final, los ladrones huyeron con unos 200 pesos, efectos personales de las víctimas y el Volskwagen, que apareció horas después.

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