Martes 28 de Agosto de 2007 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Males mayores
Clubes quebrados y dominados por las patotas que "gobiernan" a punta de pistola. Dirigentes sospechados de corrupción, de incapacidad o de lo que sea. Planteles diezmados por la emigración permanente de jugadores y jugadores que se van del país cada vez más jóvenes. Si al fútbol argentino le va tan mal ¿por qué a su selección debería irle mejor...?

La derrota del equipo de Alfio Basile, la semana pasada, ante Noruega (1-2) en Oslo acentuó las críticas hacia el entrenador y su falta de respuestas tácticas. A su vez, ese entrenador criticó duramente la organización alrededor de la selección, decretó el fin de la selección como ámbito de trabajo y se declaró mero seleccionador de jugadores, que sea lo que Dios y el amanecer de cada uno quiera y... nos

vemos en Sudáfrica en el 2010, Eliminatorias mediante, por supuesto.

Pero los males de la selección no pueden entenderse si no se piensa en los grandes males del fútbol argentino. Si la AFA (des)organiza, domingo a domingo, un fútbol caótico. Si las dirigencias (des)gobiernan sus clubes, ¿por qué esperar que las cosas sean diferentes para la selección? El partido con Noruega es el mejor ejemplo: la AFA tardó cinco años en organizarlo. Había sido pedido por Marcelo Bielsa en el 2002, pero fue jugado en el 2007 por Basile.

Es cierto que la selección no tiene respuestas cuando su esquema no puede resolver un partido. Pero también es cierto que las condiciones para trabajar esquemas tácticos alternativos hace tiempo que no existen.

Los futbolistas que juegan en el país se van mucho más temprano que tarde y los que juegan en Europa están ausentes de toda planificación. En el medio, los rusos encontraron un Laverap en la calle Viamonte y desde entonces se juega donde ellos quieren y con los jugadores que ellos quieren.

JUAN MOCCIARO

jmocciaro@rionegro.com.ar

 

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