BUENOS AIRES (Télam).- Visto desde el este del país, el anunciado eclipse total de luna, el último del año, comenzó apenas pasadas las 5.50, con el satélite natural de la Tierra mostrándose a baja altura, hacia el oeste.
Con una elevación de sólo 18 grados sobre el horizonte, la observación requirió a ponerse en lugares despejados o en alturas y en particular en las ciudades, sortear la cortina visual de los grandes edificios. A la hora calculada, la sombra del planeta tocó el borde de la Luna y comenzó a crecer poco a poco mientras el satélite "caía" hacia el horizonte.
A las 6.25, la umbra -sombra terrestre- ya cubría la mitad del disco lunar y a las 6.52 lo hizo por completo, pero ya en el límite de la posibilidad de observación desde la franja este, que incluye a Buenos Aires. En ese momento la Luna se elevaba apenas 5 grados sobre el horizonte, y poco después, a las 7.22, se ocultaba del todo.
Las únicas zonas del planeta donde el eclipse se observó completo fueron Oceanía y la mitad oriental de Asia. En Africa y Europa no fue visible. El próximo eclipse total de luna será el 20 de febrero de 2008.