Sufrió, pero ganó. Y eso es lo único importante. Después de dos derrotas al hilo, Racing volvió al triunfo y lo hizo ante un Newell's que venía realmente entonado. El 'Colorado' Sava y el 'Piojo' López, sobre el final, marcaron los goles de La Academia.
Las obligaciones de Racing por recuperarse de esas dos caídas consecutivas quedaron evidencias desde el primer minuto. Mucha gente presionando bien arriba en el campo de Newell's, que prácticamente no inquietó en todo el primer tiempo a Gustavo Campagnuolo.
Sin embargo, la tónica ofensiva del equipo de Gustavo Costas no se vio reflejada en las oportunidades de gol que tuvo en la etapa. Las subidas por la derecha de Mercado fue una de la vías de aproximación de la 'Academia', pero sus centros al área 'leprosa' no tuvo
buenos receptores.
Una de las más claras estuvo en la cabeza de Salcedo, pero su disparo, desde una inmejorable posición, se fue por arriba del arco defendido por Justo Villar. Iban 12 minutos.
Seis más tarde, Sosa tuvo el primero, pero su frentazo pegó en la base del palo izquierdo y se fue afuera. Antes del descanso, la chance fue de Pellerano, pero su disparo salió desviado.
Los segundos 45 arrancaron realmente aburrido. Hasta los 20 minutos no pasó absolutamente nada, porque la 'Lepra' tuvo más el balón, pero nunca logró darle un buen destino.
Racing se debatía con su propia carencia de ideas cuando cayó un centro en el área y Nicolás Spolli, en forma ingenua, derribó a Erwin Avalos. Fue el turno del 'Colorado' Sava, que desde los doce pasos no falló y desató el festejo en el Cilindro.
Desde ahí casi todo fue de los rosarinos. El ingreso del Santiago Salcedo le dio más peso en ofensiva y fue el propio paraguayo quien exigió a Compagnolo con un tiro libre a los 28.
La 'Academia' se agazapó y cuando Newell's más lo apretaba Martín Romagnoli robó una pelota y se la dio a Claudio López. El 'Piojo' encaró, definió de derecha y liquidó el partido, ganándose la ovación de su gente. Así, con sufrimiento, Racing volvió a sonreír. Y sin querer, le dio una manito a su primo odiado.
