Neuquén.- Hace más de un mes que los chicos de la escuela rural del paraje China Muerta no tienen clases porque de la perforación que abastece agua sale olor a combustible.
Crece la preocupación de los padres de los niños que temen que la contaminación se haya extendido a la napa de agua y afecte la principal producción hortícola del paraje.
Hace dos semanas técnicos de Salud Pública y del Consejo Provincial de Educación (CPE) extrajeron muestras de agua, pero las autoridades escolares desconocen los resultados de los análisis.
El CPE envía agua en bidones para que tomen los chicos, y la municipalidad manda camiones cisternas cargados con líquido para los baños.
Las clases fueron suspendidas, de manera preventiva, por orden del área de Seguridad e Higiene del CPE. Aún no se conoce la fecha de reanudación de las actividades.
Fuente: AN