La temporada de avistaje de pingüinos y ballenas comenzó en La Patagonia, y la ciudad de Trelew se prepara para recibir a los 100 mil turistas que visitarán Punta Tombo y Península de Valdés.
Con un plan de inversiones en mejoras de infraestructura y señalización, Trelew amplió la oferta de atractivos turísticos que se mueven detrás de sus principales ejes que son el Pingüino de Magallanes y la Ballena Franca Austral.
Así, el Parque Paleontológico Bryn Gwyn, el Dique Florentino Ameghino, Gaiman o el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, se convierten en interesantes opciones para que el turista estire su estadía en la región.
Con un aeropuerto con capacidad para 500 pasajeros diarios, pero con un ambicioso plan de expansión para llevarlo a la categoría de internacional en los próximos 10 años, Trelew se posiciona como la puerta de ingreso a las reservas naturales y las visitas paleontológicas.
"Somos el centro de la región, por su ubicación estratégica y equidistante de los principales atractivos turísticos", afirmó a DyN el intendente de Trelew, César Mac Karthy. Remarcó que "las reservas turísticas aumentaron 20 por ciento con respecto al año pasado", y precisó que "la ocupación ya ronda 90 por ciento de la capacidad hotelera de Trelew", que supera a las 1.500 camas.
Los hoteles realizaron en los últimos meses algunas reformas y ampliaciones, pero lo más importante es que con la licitación para la nueva concesión del Aeropuerto por 25 años, que incluirá su ampliación de 500 a 1.000 pasajeros, despertó el interés de fuertes inversores de construir nuevos establecimientos, incluso algunos de categoría cinco estrellas.
Punta Tombo es la colonia de pingüinos magallánicos más grande del mundo, y no sólo eso, no existe otro asentamiento de pingüinos de esta magnitud a la que se pueda acceder tan fácilmente.
Es una estrecha y pedregosa franja que penetra en el mar unos 3,5 kilómetros; sus amplias playas presentan un suave declive que aprovechan los pingüinos para formar sus nidos.
Entre agosto y setiembre, se puede apreciar el arribo de machos y hembras, la lucha territorial y el armado de los nidos; en octubre, es la época de incubación de los huevos, entre 30 y 45 días; en noviembre, se dan los nacimientos y primeros cuidados para los pichones; y en diciembre, el crecimiento y una intensa actividad sobre la playa.
Península de Valdés es uno de los pocos lugares en el mundo que ofrece la posibilidad de observar en su ámbito natural tanta cantidad de animales.
Gigantescas ballenas a unos pocos metros, lobos y elefantes marinos, pingüinos, numerosas aves, guanacos y otras especies terrestres se concentran en esta Reserva Natural de 360 mil hectáreas en donde casi no hay más habitantes y estrellas que estos. Tan destacable es la población faunística, que la Unesco declaró a este sitio "Patrimonio de la Humanidad".
Fuente: DyN