El terremoto que destruyó el miércoles pasado una región al sur de Lima generó una verdadera tragedia humanitaria pero igualmente un enorme daño a industrias agrícolas, pesqueras y turísticas, lo que representa un fuerte reto para el gobierno peruano en la labor de reconstrucción. En un esfuerzo por contrarrestar la incidencia del terremoto en la economía local, cuyas pérdidas no se han calculado aún, el gobierno lanzó ayer el programa 'Construyendo Perú en Pisco', con el que promete crear 4.000 empleos para los damnificados. Estos cumplirían, según dijo este martes el presidente Alan García a Pisco, labores de recolección de escombros y programas de limpieza y participación en la reconstrucción. "Vamos a emplear a 4.000 personas a efectos de trabajar en la limpieza de la ciudad y apoyar la reedificación urbana", aseguró el mandatario tras precisar que recibió del Banco Mundial (BM) y de la Corporación de Fomento (CAF) la garantía de nuevos desembolsos para atender el drama.

Según explicó la ministra de Trabajo, Susana Pinilla, a radios locales, los grandes emprendimientos agroindustriales de la zona ya reiniciaron parcialmente sus actividades, debido a que están localizados en las afueras de las ciudades afectadas y, a diferencia del centro de la ciudad, cuentan con energía eléctrica. Según cifras oficiales, la región de Ica es uno de los polos agroexportadores más importantes del país, con una producción estimada de 225 millones de dólares en lo que va de 2007. También tiene industrias pesqueras. Unas 35.000 hectáreas de la región afectada producen los mejores vinos peruanos. También es uno de los principales destinos turísticos de la nación andina. La economía de la región -a la que pertenecen las poblaciones de Pisco, Chincha, Cañete e Ica, las más afectadas por el terremoto- depende en buena medida de las 260.000 víctimas que se quedaron sin hogar y que por esa razón no asistieron a sus trabajos durante los días posteriores.

Los argentinos

Con respecto a la situación de los argentinos, el cónsul de Argentina en Lima, Gabriel Volpi, confirmó que "no figuran compatriotas" en las listas de fallecidos en Perú, y que uno de 30 años fue ubicado en Nazca, mientras que aún no fueron ubicadas dos chicas, cuyo paradero fue solicitado por familiares. Ayer llegó a Mendoza Gabriel Ruf, el neuquino de 28 años hallado en Perú, luego de que lo sorprendiera el sismo en el desierto de Ica, mientras viajaba con dos colombianas: su esposa y su cuñada.