MAQUINCHAO (AJ).- Los vaporizadores que exigían los vecinos para mejorar el servicio de gas llegaron a Maquinchao y ahora esperan una rápida instalación de los dispositivos para no volver a tomar los establecimientos públicos.
Así lo hicieron saber los vecinos autoconvocados que reclaman una solución definitiva al problema de presión en la red domiciliaria de gas.
El último jueves, luego de que las autoridades de Coopetel empresa que administra la planta de gas vaporizado de Maquinchao- les asegurara que los vaporizadores estaban comprado, los vecinos decidieron hacer una tregua en la toma de los establecimientos públicos. En consecuencia y luego de una semana sin actividades, las escuelas volvieron a dictar clases.
Ayer, el intendente de Maquinchao, Héctor Pérez, aseguró a este medio que los dispositivos estaban desde el domingo y "ahora estamos esperando que la empresa que venga a instalarlos".
La compra e instalación de los vaporizadores demandará una inversión de 226.000 pesos que la provincia le abonará a Coopetel. Sin embargo, la obra no se inició el lunes, como lo habían asegurado las autoridades, y los vecinos volvieron a preocuparse.
Por ello pusieron como plazo hasta el próximo viernes para que comience la ejecución de la obra. "Sabemos que los aparatos ya están en el pueblo, pero la obra todavía no comenzó. Por eso hemos decidió que si no se inicia el viernes, la próxima semana retomamos la medida", señaló, Gladis Busnadiego.
La falta de presión en la red domiciliaria de gas, es un problema que afecta a los vecinos de la localidad desde hace tres años y que ocasiona innumerables inconvenientes. Cuando las temperaturas bajo cero superan el dígito, el único vaporizador no alcanza para darle la fluidez al gas y en consecuencia los artefactos no pueden funcionar. En este invierno las temperaturas han llegado a superar los 20 grados bajo cero y en varias oportunidades los calefactores se apagaron por falta de presión de gas. Como alternativa, las autoridades sugerían a la población "cerrar" las escuelas y otras dependencias públicas para priorizar el consumo de gas en las viviendas. Pero los veinte días sin clases y la demora de los organismos competentes para dar una rápida y definitiva solución al problema, colmó la paciencia de los vecinos. Ahora esperan una rápida instalación de los aparatos para evitar retomar la permanencia pacífica en las escuelas.
