NEUQUEN (AN)- El oficial inspector Walter Bustos reconoció ayer a Claudio Barrientos y a Daniel Martínez como los dos individuos que, junto con otro, estaban el 7 de agosto pasado en la esquina de Intendente Carro y Misiones. Ese día se enfrentaron a tiros y murió el sargento ayudante Gabriel Jara, quien acompañaba a Bustos.
La rueda de reconocimiento se realizó ayer a la mañana en el edificio de los juzgados de Instrucción, en Santiago del Estero 44, en medio de un especial hermetismo. No hubo información oficial sobre el resultado de la diligencia, pero "Río Negro" lo pudo obtener a través de fuentes vinculadas al caso.
Según se supo, el juez Cristian Piana citó a varios testigos que presenciaron el enfrentamiento a balazos entre los policías Bustos y Jara y los tres sospechosos, aunque sólo el oficial inspector acudió a la cita. Se desconocen las razones de las ausencias de los otros convocados.
Las fuentes indicaron que Bustos reconoció sin dudas a Barrientos. No resulta extraño, porque lo conocía desde antes. Es más: esa mañana se decidió realizar el operativo de detención por Barrientos, ya que tiene tres pedidos de captura, dos de Chubut por los asesinatos de tres policías, y uno de Roca porque se fugó de la Alcaidía de esa ciudad.
Respecto de Martínez, un delincuente oriundo de Bahía Blanca, trascendió que Bustos lo reconoció luego de algunas dudas y no fue categórico. "Ese es el que más se le parece", dijo señalando a uno de los individuos parados para la rueda de reconocimiento.
Esta diligencia se realiza a través de un vidrio espejado. De un lado se ubica el testigo y del otro varias personas entre las cuales están los sospechosos.
Quienes presenciaron el tiroteo del 7 de agosto fueron entre seis y ocho personas. La mayoría fueron citadas a la rueda de reconocimiento por el juez Piana pero todas faltaron, por lo que deberán realizar la diligencia en los próximos días.
Estos reconocimientos son los más valiosos, porque se trata de personas que jamás habían visto antes a los detenidos y por lo tanto sus recuerdos e impresiones no están "contaminados".
Barrientos y Martínez fueron detenidos minutos después del crimen. Se les atribuye haber tenido en su poder pistolas calibres 9 milímetros y 38 y chalecos antibala con la leyenda "Policía de Río Negro".
Respecto de los chalecos, no se sabe si son auténticos. Lo que sí trascendió es que ningún testigo se los vio puestos a los delincuentes. Aparecieron tirados en la vereda de una casa, en inmediaciones de donde se produjeron las detenciones.
En cuanto al tercer participante en los hechos, sigue sin haber pistas sobre su paradero. En principio se mencionó que podría tratarse de Martín Espiasse pero ahora esa versión perdió fuerza.
