BUENOS AIRES (Télam).- El viudo Carlos Carrascosa recuperó ayer su libertad luego de haber permanecido 35 días preso por la condena a cinco años y medio de cárcel que se le dictó por el encubrimiento del crimen de su esposa, María Marta García Belsunce.

Carrascosa fue excarcelado por orden de la sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro, que hizo lugar a un hábeas corpus presentado el miércoles pasado por su defensa, porque consideró que puede estar libre ya que no hay peligro de que se fugue.

El viudo salió libre desde la unidad 41 de Campana y se dirigió al country CUBE de Escobar, donde volverá a vivir con su amigo Héctor Liñeiro, quien lo aloja en su casa desde que abandonó el Carmel, el barrio donde mataron a su mujer.

Sonriente pero sin formular declaraciones, Carrascosa salió del penal con ese amigo y su ahijado, Michael Taylor (hijo), quien también lo había acompañado a lo largo de todas las audiencias del juicio oral.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro, que lo condenó y el lunes le negó la prisión domiciliaria, fue notificado de la medida de la Cámara y fijó una caución real de 100 mil pesos para dejarlo libre.

Ese dinero fue depositado en efectivo al mediodía de ayer en el Banco Provincia de Buenos Aires por Michael Taylor (padre), -banquero y amigo íntimo de Carrascosa- y, cuando se entregó a los jueces el comprobante correspondiente, ordenaron al penal que permita al viudo salir libre.

Tras conocer la decisión de la Cámara, el fiscal Diego Molina Pico apeló el monto de caución fijada por exiguo, pero como esa medida no tiene efecto suspensivo, el viudo igual pudo ser excarcelado. Además, dijo que en este caso no corresponde otorgar la libertad a través de un hábeas corpus porque ese recurso sólo se puede presentar hasta antes del juicio oral.

En tanto, los abogados de Carrascosa, Diego Ferrari y Alberto Cafetzoglus, se mostraron satisfechos con la medida porque la concesión del recurso deja a su cliente en

mejores condiciones a las que hubiera tenido si se le hubiera concedido el arresto domiciliario, ya que ahora tendrá libertad ambulatoria.

Sólo tendrá la obligación de concurrir mensualmente al tribunal y de no poder abandonar la jurisdicción donde vive sin autorización previa de los jueces.

Para otorgar la excarcelación, los camaristas Ernesto García Maañón y Oscar Quintana consideraron que no hay peligro de que el viudo se fugue porque ya fue absuelto por el delito más grave que se le imputaba, homicidio calificado, y porque su imagen es muy conocida.

En el fallo, el juez Quintana afirmó que el TOC 6 incurrió en una "doble arbitrariedad" porque consideró que se agravaron los peligros procesales, cuando en realidad disminuyeron, y que eligió la medida más dura, la detención, cuando podría haber optado por otra.

Quintana sostuvo que durante el proceso, cuando estaba acusado de homicidio, Carrascosa "tampoco ha demostrado algún tipo de conducta que indique su voluntad de no someterse al proceder de la Justicia, pues ha comparecido siempre que fuera requerido y se ha prestado colaboración. No puedo dejar de resaltar que Carrascosa tiene 62 años, con demostrado arraigo y una imagen que al haber tomado estado público hace presumir las dificultades que este tendría si fuera su intención la fuga", remarcó.