| El sacerdote peruano José Torres, que celebraba una misa de difuntos en la iglesia San Clemente de Pisco, que fue destruida por el fuerte terremoto del miércoles pasado, fue rescatado sano y salvo de los escombros en la madrugada de ayer, informaron los bomberos. "Estaba debajo de todos los adobes sano y salvo en una especie de cueva que se había formado con una parte del techo (la bóveda) que cayó en el terremoto", dijo el subcomandante de Bomberos, Roberto Ognio. Torres, de 39 años, oficiaba una misa de difuntos el miércoles pasado cuando se inició el terremoto. "Le pedí calma a los fieles que llenaban la iglesia, pero la gente estaba asustada", dijo el religioso que tenía el brazo inmovilizado por precaución y era trasladado a un hospital en silla de ruedas. Indicó que cuando el sismo se agravó la gente se levantó de sus asientos temerosa y las luces de la iglesia de apagaron. "Yo me aferré a una columna de concreto y ya no vi nada más". Sintió el crujido del techo que se caía y las paredes que se venían abajo, por lo que se agachó a la espera que pase el terremoto, según expresó. Luego, cuando bajó la intensidad del movimiento, "junto a otras personas buscamos refugio porque la estructura de la iglesia se seguía cayendo". El sacerdote narra que logró esconderse debajo de una parte del techo que se había venido abajo, hasta que los bomberos lograron rescatarlo. Se desconoce el número de muertos de los fieles de la iglesia de San Clemente, pero en la calle se encuentran más de 50 cadáveres y según los bomberos habría más muertos entre los escombros. (AFP) | |