El Ministerio de Economía informó ayer que el titular del Palacio de Hacienda, Miguel Peirano, desplazó al subsecretario de Defensa de Competencia y el Consumidor, José Luis López, luego de recibir una denuncia de cohecho que vinculaba a inspectores de ese área.
La Dirección de Prensa de la cartera económica informó que la medida fue adoptada conjuntamente por Peirano y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, tras "conocerse una denuncia sobre presunto cohecho sobre tres inspectores que formaban parte de una planta transitoria que dependía del funcionario desplazado".
Desde el Palacio de Hacienda se indicó que los inspectores denunciados -cuyos nombres serían Gladys Iriarte, Darío Rolón y Marcelino Gómez - habían ingresado, como planta transitoria y no en forma efectiva, durante la gestión de Felisa Miceli al frente
del Ministerio de Economía.
El secretario de Comercio Interior quedará transitoriamente a cargo de esa dependencia.
López había confirmado en el mediodía de ayer a la versión on line del diario La Nación que Moreno le había solicitado la dimisión al cargo "por un caso que involucra a empleados del área", aunque había dicho que todavía no había realizado ninguna presentación.
La cartera indicó que la denuncia que originó los despidos fue formulada "por un panadero" a quien presuntamente estos tres inspectores le habían pedido dinero. Además, Economía comunicó que Peirano decidió "desmantelar un cuerpo de 28 inspectores" que habían sido designados durante la anterior gestión con el fin de hacer un seguimiento
Fuentes judiciales confirmaron que la causa tramita en el juzgado de instrucción Nº 38 a cargo de la magistrada Alicia Mercedes Iermini.
En tanto, fuentes policiales citadas por el mismo diario indicaron que las detenciones se produjeron ayer a las 15:30 por orden de la jueza de instrucción Alicia Iermini.
Los funcionarios acusados tienen 29, 35 y 36 años, explicaron los voceros policiales.
El hecho, añadieron, ocurrió en una panadería situada en la avenida Rivadavia al 4000 del barrio porteño de Caballito, donde según la denuncia los inspectores habrían intentado coimear al propietario del comercio y evitar así labrar un acta en su contra por una supuesta irregularidad en el local. El titular del comercio, ante el intento de cohecho, salió a la calle gritando que lo querían coimear, provocando la intervención de efectivos de la comisaría décima, que procedieron a llevarse a los inspectores a la dependencia policial.
Los inspectores involucrados, pertenecientes al grupo designado por el propio López, con una partida presupuestaria que se designó especialmente para tal fin, cobraba cada uno un salario promedio de 2.000 pesos mensuales, más las cargas sociales.
La justicia decidió el allanamiento de las oficinas del cuarto piso de Diagonal Sur 651, donde funciona la subsecretaría, que quedaron lacradas junto con el material que había en el lugar como papeles, computadoras, teléfonos y agendas.
Según trascendió, este grupo de inspectores funcionaba como un equipo paralelo, al que hace más de 20 años se encarga de registrar mensualmente los precios en los comercios, cuyo jefe también es un "histórico" de la Secretaría de Comercio.
