SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez Gregor Joos le impuso dos años y medio de prisión en suspenso y siete años de inhabilitación para conducir a Reinaldo Núñez, de 21 años, quien hace poco más de un año embistió y mató a dos muchachos mientras conducía por el kilómetro 15,500 de la avenida Bustillo.
La abogada querellante Inés Anzoátegui, había pedido una condena a tres años de prisión de cumplimiento efectivo y diez de inhabilitación especial para Núñez, al considerar que el doble homicidio culposo que le imputaban estaba agravado por la conducción imprudente y negligente de un vehículo automotor, y el fiscal Marcos Burgos pidió para el procesado una pena de dos años y medio en suspenso y ocho años de inhabilitación especial.
El defensor del acusado, Marcelo Altschuller, en cambio, solicitó la absolución de su defendido, argumentando que si bien había ingerido alcohol, ello no le impedía ni dificultaba la conducción del vehículo. Atribuyó las causas del accidente a que esa madrugada invernal estaba oscuro, lloviznaba y las víctimas también vestían ropas oscuras, y sostuvo que el hecho resultó inevitable para Núñez, porque las víctimas se hallaban en mitad de la avenida.
El hecho fue instruido por el juez Martín Lozada y ocurrió aproximadamente a las 7.10 del 25 de junio de 2006, cuando el imputado conducía su automóvil por la avenida Exequiel Bustillo, desde el centro de la ciudad y en dirección hacia Llao-Llao, y mientras circulaba a la altura del kilómetro 15,500 de la ruta mencionada. En esas circunstancias el rodado que conducía Núñez embistió a los dos jóvenes que instantes antes habían descendido de un colectivo, mientras un tercero trataba de evitar la tragedia, haciendo señas en forma desesperada.
A la hora de dictar el procesamiento, Lozada consideró que el acusado no prestó la debida atención "al momento de conducirse al volante de un vehículo, lo que de haber efectuado podría haber evitado la colisión homicida". Agregó que "no solamente no alcanzó a divisar a las víctimas, sino que tampoco observó a una tercera persona que al momento del impacto se encontraba parado sobre la banquina batiendo sus brazos de lado a lado, intentando llamar su atención del conductor".
Al dictar la sentencia, Joos valoró en contra del acusado que en la ocasión conducía "alcoholizado, cansado -toda vez que pasó toda la noche en el boliche, posiblemente distraído en su paseo al puente del Lago Moreno junto a su amiga.