El comediante Groucho Marx era un verdadero genio de los llamados "one-liners", comentarios cáusticos que dejaban a su interlocutor preguntándose qué era lo que este señor de habano y bigote negro había querido decir.
Desde su legendaria afirmación de que "nunca pertenecería a un club que me acepte como socio", Groucho Marx dejó a la humanidad un legado en forma de frases agudas e hirientes marcadas con su inconfundible sello de ironía. Estas son las más famosas:
-Se nota que tiene usted una mente abierta. Casi puedo sentir la brisa desde aquí.
-¿Servicio de habitación? Envíenme una habitación más grande.
-¿A quién va a creerle? ¿A mí o a sus propios ojos?
-Nunca olvido un rostro, pero en su caso haré una excepción.
-Yo también amo a mi cigarro, pero me lo quito de la boca de vez en cuando! (respondiendo en su programa de TV a una mujer que explicó que tenía 17 hijos porque amaba mucho a su esposo).
-Esos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.
-Un niño de cinco años podría entender esto. Tráiganme un niño de cinco años.