Fue tridente y no cuarteto 'fantástico'. Frank Rijkaard, el técnico del Barcelona, no les dio el gusto a los 60.000 espectadores que que congregaron en el Allianz Arena de Munich, donde estuvo en juego la Copa Franz Beckenbauer.

El DT holandés mandó a la cancha a Samuel Eto'o, Ronaldinho y Thierry Henry, dejando en el banco a Lionel Messi. Pero la 'Pulga', que ingresó en el segundo tiempo, fue el que le dio la victoria al 'blaugrana' al marcar el 1-0 final.

El encuentro amistoso significó la despedida para el internacional alemán Mehmet Scholl (36 años), que tras 15 años en el club, se va con ocho títulos de campeón y una gran popularidad.

Rijkaard desplegó en un principio el tridente formado por el camerunés, el brasileño y el francés, antes de sacar del terreno de juego a la vuelta de vestuarios a Eto'o y a Ronaldinho, poco convincentes.

La entrada de Messi, junto con la del mexicano Giovani dos Santos, dieron más empuje al Barça. El argentino se adaptó rápidamente al juego con Henry, que estuvo a punto de abrir el marcador a los 70 minutos de juego de cabeza. Pero al final fue el argentino quien dio al Barcelona el imponente trofeo, al rematar con un imparable disparo desde 25 metros, sin dar opción alguna al arquero Michael Rensing.

Minutos más tarde, Messi fue objeto del afecto de un hincha, aparentemente argentino, que ingresó al campo de juego para saludarlo y colocarle un gorro en la cabeza. Tuvo que ser contenido por efectivos de seguridad.