NEUQUEN (AN).- Un diputado nacional de Salta presentó un proyecto de castración química para los autores de delitos contra la integridad sexual que violen y maten a su víctima.
La iniciativa fue presentada por Carlos Sosa, del Partido Renovador, y describe a la castración química como "un método que busca reducir los niveles de testosterona (hormona que regula el deseo sexual) mediante la administración de una serie de compuestos químicos que se le suministran al paciente (en este caso a quien este condenado)" y su aplicación produce la "disminución del deseo sexual y de las erecciones, así como también la reducción de pensamientos eróticos".
Con ese método se busca "eliminar las erecciones y el deseo sexual, sin utilizar la vasectomía o alguna forma de castración entendida en el sentido tradicional, que elimina un elemento probatorio por excelencia en estos delitos, los rastros de semen, mediante los cuales se pueden obtener el ADN del agresor", agrega.
El polémico proyecto de reforma del Código Penal, que se suma a otros intentos anteriores de imponer este castigo sin lograr nunca consenso, está siendo analizado en comisión.
Tema controvertido
El propio Sosa reconoce lo controvertido del tema. En los fundamentos de su proyecto, al que accedió "Río Negro", reconoce que la castración química "produce una colisión de derechos" como a la intimidad de las personas, el derecho a la salud, a la seguridad, a la libertad sexual, y a la vida, pero sostiene que para algunos delitos se deben tomar medidas "que no siempre pueden ser catalogadas de ortodoxas".
"Tenemos que ser conscientes que siempre debemos cuidar por sobre todas las cosas los derechos humanos de las personas, tanto del común de la gente, como también de los que delinquen", afirma Sosa y sostiene que la castración química ya se aplica en Dinamarca, Australia, Alemania y Suecia.