LIMA.- El fuerte y largo terremoto que sacudió a todo el Perú la anoche dejó hasta ahora 387 muertos y 1.050 heridos, mientras las labores de rescate continuaban en las ciudades del centro-sur, las más afectadas por el sismo.
Un total de 387 personas han sido reportadas como fallecidas por el terremoto de 7,7 grados que se presentó la víspera en Perú, además de 1.050 heridos, informó a la agencia AFP Roberto Ocaño, comandante general de Bomberos.
El Instituto Sismológico de Perú ubicó el epicentro del terremoto, que se produjo el miércoles a las 18H41 locales (23H41 GMT), en el mar a 169 km al suroeste de Lima, con una profundidad de 47 km.
El terremoto afectó a la sureña región Ica, unos 300 km al sur de Lima, especialmente a su capital, Ica, y a las vecinas ciudades de Pisco y Chincha.
La región ha sido declarada en estado de emergencia, informó el presidente Alan García en un improvisado mensaje al país. El viceministro de Salud, José Calderón, había informado previamente que la situación es dramática en las ciudades iqueñas y llamó a los peruanos a expresar su solidaridad donando sangre para los numerosos heridos.
Un convoy sanitario con médicos y enfermeras partió en la medianoche del miércoles al jueves a esa región. Hasta el momento se han registrado más de cien réplicas en Ica, una de ellas de 6,5 en la escala de Richter a la medianoche del miércoles y otra de 5 en la madrugada de este jueves. Ica -donde una iglesia se derrumbó-, Pisco, Chincha y otras ciudades del sur costero de Perú se hallaban totalmente colapsadas, cortadas por carretera del resto del país y en penumbras por el corte de electricidad.
Los pocos reportes de prensa disponibles señalan un ambiente general de destrucción.
Las autoridades pidieron inicialmente que el sector de La Punta, en el puerto del Callao -que sirve a Lima-, fuera evacuado por recomendación de la Marina, que detectó movimiento anormal de las olas del Océano Pacífico y temía un tsunami.
Sin embargo, otras autoridades señalaron que no había actividad anormal del mar, en sintonía con el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, que había emitido previamente una alerta de tsunami, pero luego canceló su advertencia de maremoto para los países latinoamericanos sobre la costa del Pacífico. El reporte inicial indicaba que no tenía constancia de que se hubiera generado un tsunami, y que la alerta se basaba "solamente en la evaluación del terremoto".
El largo movimiento telúrico desató escenas de pánico en la capital peruana, además de roturas de vidrios y daños visibles en edificios. Las autoridades hicieron un llamado a la calma. Según los informes preliminares decenas de personas han sufrido infartos o crisis de nervios.
El presidente peruano se dirigió al país y señaló, sin citar cifras, que "no hay afortunadamente un alto número de muertos para un evento de esta magnitud. Hay sectores duramente golpeados. Estamos recibiendo informaciones para tomar decisiones". "En verdad la magnitud del evento ha sido muy grande. Mucha de la energía del movimiento se ha liberado y siguen a veces réplicas de baja intensidad por lo que pedimos serenidad", añadió.
El mandatario también indicó que las clases escolares se suspenden para este jueves en precaución de los eventuales daños en las estructuras. Una huelga médica que se había iniciado este miércoles de manera parcial fue suspendida para que todo el personal sanitario estuviera a disposición para la atención de esta emergencia.
En Lima varios edificios fueron evacuados como medida de seguridad, y en los principales distritos de Lima se veía cómo la gente recogía escombros por la cantidad de vidrios rotos y paredes dañadas, según comprobó la agencia de noticias AFP.
Fuente: (AFP).