NEUQUEN (AN)- Las mujeres son mayoría en el Poder Judicial neuquino, pero casi todas ocupan puestos de escasa relevancia. A medida que se asciende en la pirámide los hombres cobran protagonismo hasta llegar a la cabeza, el Tribunal Superior de Justicia, en el que hay sólo presencia masculina. Sin embargo se observan señales de un cambio a futuro. Para cubrir los cuatro puestos de juez que se están concursando en el Consejo de la Magistratura se presentaron 15 mujeres y 13 varones.

Como si cumplieran una ley de cupos no escrita, sólo el 30 por ciento de los jueces de la provincia son mujeres. Sin embargo, puertas adentro del Poder Judicial nadie siente que exista una abierta discriminación. "Nunca recibimos una queja en ese sentido. A veces sucede que a las mujeres no les interesa avanzar en la carrera judicial", opinó el vocero de la Asociación de Magistrados (una suerte de gremio), Alejandro Cabral.

En el mismo sentido opina Lelia Graciela Martínez de Corvalán, la única camarista penal de la provincia. "Llevo 18 años en el Poder Judicial y nunca he sentido discriminación por ser mujer", afirmó.

Sin embargo los dos coincidieron en que, por ejemplo, la razón por la cual hay más juezas civiles que penales se debe a que los horarios del fuero penal pueden resultar incompatibles para quien tiene que ocuparse, además de su trabajo remunerado, de las tareas de la casa y la crianza de los hijos.

Es lo que Ruth Zurbriggen, de la colectiva feminista La Revuelta, llama "el techo de cristal, que está sobre la mujer aunque no lo vea. Nos permiten llegar sólo hasta determinados lugares".

Los números

Según el registro de magistrados, funcionarios y técnicos que están en la planta del Poder Judicial de Neuquén, hay 295 mujeres y 213 varones.

Hilando más fino, en toda la provincia hay 64 jueces y camaristas, que son los que tienen real poder de decisión sobre bienes y libertades de las personas. De ellos, apenas 20 son mujeres.

Por fueros, la diferencia es notoria: hay 7 juezas civiles en 12 juzgados; 2 en 4 juzgados laborales; 3 en 4 juzgados de Familia y ninguna en 2 de Juicios Ejecutivos. Un buen promedio, aun teniendo en cuenta que algunos cargos están vacantes.

En el fuero penal el panorama cambia drásticamente. Hay 11 juzgados de instrucción pero sólo 2 juezas (ninguna en la ciudad capital), apenas una en los 3 correccionales. De los dos juzgados penales del niño y el adolescente, uno está ocupado por una mujer.

Hacia arriba la pirámide se va despoblando de la presencia femenina: hay dos camaristas civiles mujeres contra 10 hombres, y de los 14 camaristas penales todos son varones salvo el caso de Martínez de Corvalán, que en realidad ocupa una vocalía en un tribunal multifueros.

¿Y dónde están las mujeres? En secretarías, prosecretarías, fiscalías y defensorías, organismos con más o menos protagonismo según el caso, pero sin el poder de dictar sentencias que tiene un juez.

La relación podría cambiar en el futuro. Ya se ve, en forma incipiente, en los concursos a los que convocó el Consejo de la Magistratura. Para ocupar dos cargos de juez civil en Neuquén capital se postularon ocho mujeres y un varón; y para los dos cargos de juez penal, dos mujeres y seis varones.

Pero para un lugar en la Cámara Penal de Apelaciones, uno de los cargos más importantes de la provincia, se presentaron cinco mujeres y seis varones.

En la provincia hay 18 cargos vacantes. Habrá que ver si la tendencia se mantiene.

GUILLERMO BERTO

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