NEUQUEN (AN).- Tres turistas de Capital Federal que se encuentran vacacionando en Caviahue por la temporada de esquí, ayer a última hora permanecían perdidos en la montaña. La búsqueda era dramática, porque si bien salieron equipados para una excursión a campo traviesa por el cerro, el riguroso clima los encerró en forma repentina y el viento blanco, sumado a las bajas temperaturas, preocupaba a los rescatistas.
Se trata de tres hombres oriundos de Capital Federal: padre e hijo, de apellido Córdoba de 45 y 21 años, y un amigo, Martín Tapia, de 19. Uno de los jóvenes es instructor de esquí en el centro La Hoya, de Esquel, y tiene conocimientos de alpinismo, pero la preocupación de los equipos de rescate era que la excursión planificada por los turistas no incluía los senderos habituales e incluso habían optado por dirigirse más allá del último medio de elevación. Salieron a las 11, pero cuando pasadas las 17 no habían regresado y las comunicaciones telefónicas era infructuosas, el padre de Tapia, que se había quedado en la cabaña, alertó a las autoridades.
La policía (comisaría 40), personal del centro de esquí y de termas de Copahue, gendarmería y la municipalidad de Caviahue estaban ayer a medianoche abocados a la búsqueda, con un equipo que rondaba las 20 personas. Según los últimos datos del clima, desde las 22 la visibilidad era nula, pero de todas maneras se alistó un cuerpo especial con motonieves para intentar encontrar a los esquiadores y evitar el paso de las horas.
Es que el frío era la mayor preocupación, ya que en las madrugadas de los últimos días se registraron temperaturas de más de 15 grados bajo cero. Si bien la zona de búsqueda es amplia, porque abarca las pistas de esquí y también un sector agreste de la ladera, la esperanza de los socorristas era que, si no se podía dar con las personas extraviadas, que al menos hubieran llegado al refugio ubicado a 2.000 metros del último medio de elevación.
Durante el operativo de rescate, las condiciones del clima eran totalmente adversas: al cierre de esta edición la temperatura rondaba los 10 grados bajo cero, pero como el viento soplaba a 50 kilómetros por hora, la sensación térmica era mucho más rigurosa. Las condiciones no mejorarán hasta hoy pasado al mediodía. Anoche, el objetivo de los rescatistas era no detener la búsqueda hasta no tener noticias de los esquiadores, ya que cuentan con un teléfono celular. El último contacto fue cerca de las 23, pero ni siquiera fue una conversación, ya que la escasa señal impidió que las voces se escucharan.