Usted conoce al presidente Kirchner del terruño. ¿Qué opina de él?

Un obsesivo cuando se trata de acumular poder.

Es una definición muy neutra si no se la referencia en algo concreto.

Yo hablo de Santa Cruz, la provincia que voy a gobernar en pocos meses más. ¿En qué se puede referenciar lo que digo? En que la obsesión por acumular poder por parte de Kirchner determinó, en mi provincia, que el poder esté muy burocratizado. Manejan el poder sin agilidad ni reflejos. Cuando sólo importa mantener el poder y reproducirlo, baja el estándar de gestión de un gobierno o de cualquier organización. Hay una especie de empequeñecimiento de horizontes.

¿De qué tipo de horizonte, en el caso?

De la percepción de lo que es la política. Se restringe su campo, que tiene sentido en la gente, que hace a mejorar la situación de la sociedad.

Siguiendo su razonamiento, se puede inferir que el poder corre el riesgo de anularse a sí mismo, como machaca Sarkozy. ¿Kirchner está bajo ese riesgo?

En Santa Cruz sí. Los estamos derrotando a partir de una lectura correcta de qué es el poder que nos entrega la gente en elecciones. Santa Cruz es hoy una sociedad en procura de nuevos paradigmas para regenerar su vitalidad... estamos pasando de una economía de enclaves YPF, Gas del Estado, YCF a una más abierta, en otro estadio de su desarrollo. Estamos en crisis de cambio, lo cual requiere de un Estado más digno en el ejercicio de su poder. Santa Cruz ya no es la provincia "donde nunca pasa nada". El conflicto docente de este año expresó la incapacidad de un estilo político para manejar situaciones críticas que signan a esta Santa Cruz. El gobierno, ocupado en reproducir poder y nada más, no tenía "política" para encararlo. Entonces consultaban al gobierno nacional. Esa incapacidad motivó al resto de los santacruceños a expresarse y la "carpa de la dignidad" de los docentes fue de todos; lo que fue un reclamo salarial, pasó a ser un cuestionamiento al autoritarismo, al apriete, al miedo... no había un problema monetario que impidiera responder al reclamo. Tanto es así, que se les otorgó el aumento y se les dio otro aguinaldo. ¿Por qué esta incapacidad? Porque tras 16 años en el poder, los gobiernos kirchneristas de la provincia son un trámite sin creatividad. Están tranquilos en el poder, desde donde, además, piensan que como Kirchner es presidente, todo está solucionado de una u otra forma.

¿Están tranquilos?

No, me corrijo: están intranquilos porque les vamos a ganar.

Usted habló de sentimientos de miedo al poder por parte de la sociedad, de aprietes del poder, de autoritarismo... ¿qué casos concretos puede denunciar?

Un poder que lleva dieciséis años gobernando la provincia se inserta en forma muy particular en el imaginario de amplias franjas de la sociedad. Nosotros tenemos 45.000 empleados públicos.

Diez mil más que Río Negro, que tiene casi el doble de población.

Nuestra administración es baja en eficiencia no por mala voluntad de sus integrantes sino por el nulo talento de quienes manejan el aparato de Estado. Quiero volver a la pre

gunta: la no alternancia en el poder hace que quien lo detenta incurra en excesos, arrogancias. Y el empleo público genera mucha dependencia; de ahí al miedo... Cuando uno depende del empleo público y la meritocracia no cuenta, no hay carrera administrativa, no hay concursos y la suerte de uno depende del burócrata de turno y su estado de ánimo... bueno, la libertad de uno está severamente restringida.

Pero deme un caso concreto de ese estilo de ejercicio de poder.

El gobierno provincial jamás responde un pedido de informes, por ejemplo. Lo que hace a lo republicano en Santa Cruz no existe por parte de los herederos del kirchnerismo. Cuando durante dieciséis años uno va a la Justicia a denunciar incumplimientos de funcionarios públicos y la Justicia no determina nada, bueno... ¡no hay un funcionario de los muchos denunciados que haya sido sancionado por esas violaciones!

¿Se le puede ganar a Alicia Kirchner la elección en Santa Cruz?

Nosotros le vamos a ganar al Frente para la Victoria, sea Alicia o Peralta, el actual gobernador o el que sea.

¿Quién podría ser de no ser ellos ?

Julio de Vido. Una buena forma de sacarlo del fuego de estos tiempos, ¿no?

¿Tiene información de que así será?

No, es una impresión; pero no descarte esa posibilidad.

Entonces, si usted gana, le gana a Kirchner.

Tenga la cara que tenga el candidato, ganamos.

¿Qué sabe de los más de 500 millones de dólares que Santa Cruz cobró de Nación y Kirchner colocó en el extranjero?

Según un informe último, parte de ese dinero está depositado en el Credit Suisse y otro banco, quizá el Morgan Stanley... no recuerdo si este último. Pero lo concreto es que esa plata está afuera.

Ese dinero y su reproducción vía intereses corresponde a rentas generales de los santacruceños. ¿Cómo es posible que ningún intendente de Santa Cruz, a lo largo de estos años, ninguna entidad, ni el propio senador nacional Martínez, su rival en la interna radical reciente, haya jamás reclamado nada sobre ese capital? Nunca presentó una demanda...

Esa fue una de las razones por las cuales Martínez, un buen intendente de Río Gallegos, perdió la interna conmigo. "Su silencio nos lastimó", me dijeron en la zona norte de la provincia.

¿Usted qué va a hacer con todo este tema si llega a gobernador?

Llego, no le quepa duda. Lo primero que haré es lo esencial: transparentar todo lo sucedido con ese dinero y cuál es la situación real: qué hay, dónde, cómo y en qué condiciones. Ese es mi compromiso, que se funda en una necesidad de neto corte republicano.

¿Cómo se conjugan en estos 16 años de kirchnerismo en Santa Cruz decisiones del gobierno provincial y transparencia?

Y, hay planos en los que la toma de decisiones es poco o nada transparente.

¿El contrato entre Panamerican Energy y la provincia entra en alguno de esos dos rangos?

Sí, así es. Ahí se firma un contrato entre la provincia y la empresa para explotar áreas petroleras. Se firma diez años antes del término de la concesión. Cuando Menem hace la entrega de esas áreas, dice que se pueden renovar por diez años más. La empresa reclamó esos diez años para comenzar a explotar en función de certidumbre e iniciar el proceso de inversiones. Ahora, cuando el acuerdo entre la provincia y la empresa para iniciar la explotación comenzó a tratarse en setiembre pasado y se tiene que firmar, nadie del Poder Legislativo de la provincia, que tiene que avalarlo, lo ha visto... nadie, con la sola excepción del gobierno, sabe de qué se trata. Es un contrato que sólo representa el 8% de la producción petrolera del país, pero fundado en una intervención de la provincia de sólo el 13% de la renta, algo ínfimo si se lo compara con cómo participan hoy los estados provinciales y nacionales en el negocio petrolero... La Pampa, por caso, que acaba de firmar un acuerdo con Enarsa de lo más conveniente para sus intereses. Pero en Santa Cruz, entre baja calidad de gestión y nula transparencia de las decisiones del Estado provincial, estamos a oscuras... y aquí vuelve a funcionar el miedo.

¿Qué quiere decir?

Que cuando, movido por el interés por su provincia, el santacruceño pregunta por este tema, desde el gobierno provincial se le miente. En los hechos se le reclama silencio bajo el argumento de que si el gobierno provincial no es del mismo color que el nacional, Santa Cruz perderá obras públicas. Entonces, ante estas decisiones en el campo de la energía, hay que, bueno, callarse. Un argumento grave.

¿Y por qué usted derrota al kirchnerismo?

Porque de la mano del kirchnerismo no funciona nada y la gente se está cansando. Además, la propia institucionalidad de la provincia pagó caro el estilo de los herederos de Kirchner: se fueron tres gobernadores. En fin, todo un estilo de ejercicio del poder que como resultado agudiza la conflictividad social... hay un muerto por esa conflictividad, quema de fábricas, movilizaciones muy expresivas.

“Sabemos cómo hacerlo”

Eduardo Costa tiene 45 años, habla serenamente y siempre deja la sensación de que la luz le molesta. Se toca los ojos muy claros, baja los párpados, los abre... todo cansino.

Es contador y licenciado en administración de empresas, egresado de la Universidad de Belgrano. Está casado y va por los dos pibes. Nació en Santa Cruz, en una familia de madera radical, titular de un grupo empresario que emplea a lo largo de la Patagonia, Bahía Blanca y La Pampa a algo más de 1.600 personas.

Mi madre, más que mi padre, siempre militó en el radicalismo; fue incluso funcionaria en Cultura. Yo me afilié en el '86 desde la convicción de que se puede lograr una Argentina mejor. Me gusta mucho el trabajo en conjunto, el debate de ideas... y tengo una buena experiencia en entidades gremiales empresarias.

Junto con un hermano manejan el grupo económico de la familia. Son concesionarios de las ocho marcas más importantes de la industria automotriz, un amplio rosario de hornos de ladrillos y los híper Tehuelche.

Señala Eduardo Acosta:

Con Híper Tehuelche llegamos hace tres años a Bariloche, una plaza dura pero muy interesante. Hace algunos años comenzamos a extendernos con el híper a partir de Río Gallegos. Hicimos bien las cosas. Aceptamos desafíos y los respondimos... así hay que hacer en política: nuevas ideas, gestión, debate, buscar a la gente...