RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- La policía investiga los motivos por los cuales un hombre mató a su esposa y luego intentó suicidarse delante de sus ocho hijos. Según la información reunida hasta ahora, el ataque habría sido sin una discusión previa y cuando el autor se encontraba bajo los efectos del alcohol.
Los protagonistas del drama familiar ocurrido el sábado a la madrugada fueron Sergio Reyes, de 38 años, y su esposa Roxana Venegas, de 35.
Ayer se supo que Reyes estaría fuera de peligro porque la bala que se disparó en el mentón no le causó lesiones graves.
Hoy, la justicia definirá el destino de los ocho hijos de la pareja, que estaban presentes en la vivienda.
La pareja había tenido múltiples conflictos y Reyes es considerado una persona de cuidado por la policía, dado sus antecedentes de disturbios y otros hechos que hasta ahora eran menores o contravencionales.
Según informó el comisario Juan Carlos Villena, Reyes habría ingerido alcohol en la vivienda de un amigo de apellido Cejas, desde las primeras horas de la tarde del viernes. Luego invitó a su amigo a cenar a su casa, ubicada en la zona ,Costa y allí continuaron bebiendo hasta la madrugada del sábado.
En un determinado momento, Roxana Venegas, le comentó a su marido unas personas habían llegado temprano a la vivienda para comprar chatarra, pero que se fueron al no encontrarlo.
Reyes, según se cree afectado por el alcohol, "golpeó el rostro de su esposa y le ordenó que se fuera a dormir, orden que la mujer habría acatado sin más discusión", informó Villena.
Una hora después Reyes la llamó para que se levantara de la cama y viniera a sentarse en su regazo. Cuando la mujer salió de su habitación le disparó en la cabeza con un arma calibre 38 largo, provocándole la muerte de manera casi inmediata.
Al comprobar que su mujer estaba muerta y según se cree, tomando conciencia de lo que había hecho, puso el mismo revólver en su mentón y disparó hacía arriba una vez.
El homicida cayó entre las piernas de su mujer, pero vivo.
Venegas y Reyes convivían con sus ocho hijos, (el menor de cuatro meses y el mayor de 13 años), que quedaron bajo la tutela provisoria del Departamento de Minoridad y Familia de la municipalidad y de familiares directos de la pareja.
Los niños estaban durmiendo a la hora del hecho, y luego un vecino se los llevó a su casa para alejarlos del lugar.