ROCA (AR).- Con mucho entusiasmo e ilusión, y como un premio a su labor escolar, 37 chicos de un colegio secundario de Buenos Aires llegaron a esta ciudad, y con igual o mayor expectativa fueron recibidos. Es que ellos vinieron con una importante misión: ayudar con sus propias manos a edificar y así hacer realidad el sueño de la casa propia de muchos vecinos roquenses.
Como todos los años, la Asociación Civil "Un techo para mi hermano", que trabaja en favor de familias que luchan por tener su hogar, renovó el programa que permite la llegada de estudiantes que vienen a aprender y ayudar en lo que pueden, y durante la última semana pusieron manos a la obra.
En esta oportunidad, los visitantes son un grupo de estudiantes de un colegio católico de Capital Federal que colaboraron en la realización de mejoras en algunas viviendas y en la construcción de la futura sede de la organización.
Los 37 chicos pertenecen al Colegio Del Salvador y llegaron a la región para desempeñarse como voluntarios en una serie de obras planificadas en varios barrios. La actividad está enmarcada en el conocido programa de la entidad, que mantiene un nexo con el establecimiento educativo y brinda la capacitación necesaria a todos los participantes.
En este caso, los voluntarios son alumnos de distintas divisiones de cuarto y quinto año del colegio capitalino, quienes desde hace 11 años renuevan su compromiso y ofrecen su trabajo para compartir, aprender y ayudar a varias familias que con esfuerzo propio arman su hogar.
Adriana Hipperdinger, una de las responsables de la ong local, explicó que "si bien los chicos no tienen conocimientos de construcción, se preparan para interactuar con la gente y organizan diversas campañas para obtener donaciones y así consiguen el dinero para el viaje". Además, destacó que uno de los requisitos que deben cumplir para venir es no llevarse más de dos materias. "Venir para acá es un premio para ellos", afirmó. Si bien, en esta época del año están en pleno ciclo lectivo, la semana está prevista en el calendario escolar.
Respecto del objetivo que persigue esta organización no gubernamental, Hipperdinger explicó que "la experiencia es motivada por la solidaridad con las familias. Los jóvenes comparten en serio y muchas veces se generan lazos que superan la situación de la mejora puntual".
Durante estos días trabajarán en varios sectores de la ciudad y además ayudarán a miembros de familias, que ya fueron beneficiadas por el plan, en la edificación de la sede de la entidad, ubicada en Montevideo y Piedrabuena. Los técnicos de la organización capacitarán a los voluntarios y los acompañarán durante todo el proceso.
La representante de la entidad estimó que gracias a esta propuesta, en Roca ya se edificaron 600 viviendas. Para el proyecto de este año no hubo financiamiento y por eso lo que se hizo son mejoras, aunque no se edificaron nuevas casas. No obstante, aclaró que en J.J.Gómez "están trabajando con fondos propios y con un aporte de la Iglesia y los vecinos del barrio, quienes también aportaron materiales".
"Seguimos luchando por nuevas viviendas", afirmó respecto de las proyecciones a futuro. Además, "estamos esperando unas viviendas de Cáritas, que ya fueron firmadas y una serie de casas para toda la fundación", finalizó.