NEUQUEN (AN).- Hacía poco habían terminado de almorzar. El estaba en la cama descansando y ella de sobremesa con los cuatro hijos que tienen. Golpearon la puerta, uno de los chicos abrió y vino el terror: dos ladrones armados se metieron de prepo, los amenazaron a todos y al padre lo tiraron sobre el piso mientras ella se encerraba en el baño con los niños. La pesadilla no duró más de cinco minutos. Los delincuentes se fueron con 15 mil pesos, y no se llevaron ningún otro bien.
La familia entera fue asaltada el miércoles a las 14.15 en su casa en el barrio UTEDYC de esta capital, según informó ayer la Policía.
El matrimonio de 37 y 41 años, y sus cuatro hijos de entre uno y 12, habían terminado de almorzar cuando los delincuentes se metieron.
Todo indica que el asalto no fue al azar: Los ladrones tenían el dato de que el marido, quien trabaja en el rubro de la construcción, había retirado 15 mil pesos para pagar por la tarde los salarios de este mes de los obreros de una obra.
Los ladrones irrumpieron armados luego de que uno de los chicos abriera la puerta y con el rostro semicubierto.
El frente de la vivienda es de fácil acceso, ya que no tiene rejas.
Se encerró en el baño
La mujer sólo atinó a agarrar a los chicos y se metió en el baño con todos, mientras que al hombre lo tiraron sobre el piso luego de que saliera de la habitación.
A él, en todo momento, le pidieron lo mismo: la plata que había retirado por la mañana.
El robo no duró más de cinco minutos, y antes de escapar, los ladrones cerraron la puerta principal del lado de afuera y le dejaron la llave trabada. Sólo se llevaron el dinero. A los electrodomésticos ni siquiera los tocaron. Tampoco revolvieron la vivienda buscando otros bienes.
"Están todos bien"
"Ninguno de los miembros de la familia resultó con alguna lesión; están todos bien", afirmó ayer a "Río Negro" el subcomisario Juan Carlos Villar, a cargo de la comisaría 21 del barrio Melipal.
Los investigadores creen que una persona más actuó en el asalto: habría sido quien hizo de campana afuera, y permaneció en un auto en el que todos escaparon. También dan por hecho que los ladrones contaban con el dato preciso de que ese día por la mañana el hombre retiraría el dinero para abonar los salarios de los obreros.
A pesar de los gritos de los chicos cuando los delincuentes irrumpieron, ningún vecino alcanzó a escucharlos para suponer que estaba ocurriendo el asalto y avisar a la Policía. Recién cuando los ladrones se fueron de la casa, el hombre se levantó para alertar por teléfono sobre el hecho.
La investigación del caso quedó a cargo de la comisaría 21 e interviene también el departamento de Delitos contra la Propiedad.