Los mercados de casi todo el mundo tuvieron ayer otro día para el olvido, impactando con fuerza en los mercados emergentes y Latinoamérica en particular, generando además temores de una crisis financiera más duradera que una simple "corrección de mercado" como vaticinaron los analistas.
Todas las bolsas occidentales cayeron fuertemente ayer ante temores sobre el impacto de la crisis del sector de préstamos hipotecarios a riesgo, que llevaron al Banco Central Europeo (BCE) a inyectar fondos récord en la zona euro y a la Reserva Federal (FED) a intervenir en la plaza estadounidense.
Los inversionistas temen que esos problemas puedan propagarse y generar una crisis global de crédito, que afectaría a la mayor economía del planeta. Por eso deciden salir de las inversiones de mayor riesgo (especialmente en mercados emergentes) por opciones más seguras como los bonos del Tesoro estadounidense o metales como el oro.
El Dow Jones Industrial Average (DJIA) retrocedió 387,18 puntos (-2,83%).
Las bolsas europeas cedieron hasta un 2% en algunos casos, como París, Francfort, Bruselas y Amsterdam, después de un fuerte alza la víspera, aupadas por los valores tecnológicos y los mercados estadounidenses. El índice de los 50 principales valores europeos, el Eurostoxx 50, perdió 2,03%.
En América Latina, las pérdidas fueron aún mayores. El principal índice de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, el Ibovespa, cayó 3,28%, la plaza mexicana registró la tercera mayor pérdida del año, bajando 2,54% y el Merval de Buenos Aires retrocedió 3,27%. (ver pág. 6)
El elemento desencadenante de esta nueva ola de inquietud fue la decisión del
banco francés BNP Paribas de congelar hasta nueva orden los retiros en tres fondos ABS (integrados por títulos adosados a préstamos) a causa de la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo "subprime". El volumen de esos fondos era estimado en unos 2.000 millones de euros y el 35% de ellos estaba invertido en ABS en garantía de "subprimes".
"Hay tantos elementos que no se conocen sobre quién está expuesto a los subprimes, que cada vez que hay un anuncio, el mercado reacciona enérgicamente", subrayó Owen Fitzpatrick, analista del Deutsche Bank.
La Reserva Federal no demoró en reaccionar, poniendo a disposición de los mercados financieros 24.000 millones de dólares, aunque los analistas consideraron muy cauta la medida. "No es gran cosa", afirmó el economista Nariman Behravesh de Global Insight.
La tasa directriz de la Fed (Fed funds) de hecho había subido a 5,5% durante la noche y el banco central se limitó a hacerla volver a su objetivo de 5,25%, agregó.
La decisión de la Fed no se acercó a la adoptada por el Banco Central Europeo (BCE), que inyectó 94.800 millones de euros ayer en la zona euro, para permitir a los bancos enfrentar la escasez de liquidez.
Otros sin embargo afirmaron que en lugar de apaciguar a los mercados, la intervención del BCE "incrementó los temores de que las cosas estuvieran peor de lo imaginado", explicó Michael Malone, analista de Cowen & Co.
(AFP/DPA)