MóDENA (Italia) - El tenor italiano Luciano Pavarotti ingresó anteayer a un hospital de la ciudad de Módena, en el norte de Italia, con un principio de pulmonía. Durante unas vacaciones con su esposa Nicoletta Mantovani y la hija de ambos, Alice, en las cercanías de Pesaro, el cantante comenzó a sufrir problemas respiratorios, informó el diario "Il Resto del Carlino".
Por eso, se decidió ingresarlo. Tuvo fiebre, pero ahora su estado es "satisfactorio", fue todo lo que comunicaron sus médicos. El parte fue tan esperanzador que es probable que en los próximos días pueda abandonar el hospital.
Lo cierto es que Pavarotti, de 71 años, no está bien salud. En julio de 2006, se preparaba para salir de Nueva York y reanudar una gira de despedida cuando los médicos le detectaron una masa pancreática maligna. Fue operado en un hospital de Nueva York y canceló todos sus conciertos restantes para ese año. El cáncer pancreático es una de las variantes más peligrosas, aunque los médicos dijeron que la cirugía ofrecía esperanzas de supervivencia.
La esposa del cantante dijo el mes pasado en una entrevista periodística que su marido "lucha como un león" contra el cáncer y que reaccionaba bien a la radioterapia. "Ahora puedo decir que está bien"', dijo Nicoletta Mantovani al diario La Stampa en esa ocasión. "Está reaccionando bien a un quinto ciclo de radioterapia. Lucha como un león y nunca se ha desanimado porque tiene a su lado a la familia que adora".
Pero su otra hija, Giulana, dio otra versión, hace menos de un mes. Dijo que el mayor deseo de Pavarotti es "reunirse con sus padres y encontrar finalmente la paz. El sabe que morirá pronto". Las palabras de Giuliana, que fueron reproducidas por la revista italiana "Diva e Donna", luego
fueron desmentidas: Giuliana dijo que habían tergiversado lo que ella había dicho sobre su padre. De hecho, el mismo Pavarotti, en declaraciones telefónicas a la misma revista, aseguró que estaba "mejor". Y Nicoletta incluso afirmó que Pavarotti consideraba reanudar el concierto benéfico "Pavarotti y amigos" que solía ofrecer anualmente en Módena. De hecho, el mismo se conectó telefónicamente con un festival de música en Ischia, en el que su mujer recibió un premio en su nombre. y aseguró estar organizando el próximo concierto.
Pero ahora, su salud vuelve a jugarle una mala pasada. Y toda Italia sigue con preocupación su evolución. En los últimos meses, la televisión mostró imágenes del cantante demacrado y en silla de ruedas. Se dice que perdió hasta 30 kilos.
Su hasta ahora última actuación tuvo fue en febrero de 2006 en Turín, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno. En aquel entonces, interpretó "Nessun Dorma", de Puccini. (Agencias)