SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Las viviendas sociales que construye el IPPV en la ciudad no tienen fecha de terminación y la entrega recien se concretaría en noviembre si no surgen nuevos contratiempos que demoren el final de obra. Hay 2.200 inscriptos para acceder a una de las 120 casas.
Los legajos continúan en Viedma, sometidos a consideración de la dirección de Acción Social del IPPV que tiene la responsabilidad de seleccionar al reducido grupo de beneficiario que tendrá prioridad sobre el resto de los aspirantes a la vivienda propia.
Las demoras del organismo, que carece de soluciones para el severo déficit habitacional de la ciudad, otorgan la razón a las muchas voces que criticaron la convocatoria tildándola de "oportunista" y "electoralísta".
La inscripción se realizó en marzo pasado y congregó a más de 4.700 personas que buscaban acceder a una viviendas propia, de las cuales solo unas 2.200 reunieron los requisitos de preselección.
El grueso de los aspirantes se concentró en los tres primeros días y debió soportar largas horas de espera a la intemperie, con bajas temperaturas y lluvias, para poder inscribirse.
El complejo de viviendas que construye la empresa Alusa en el barrio San Francisco IV debió concluirse antes del invierno, pero la veda climática lo paralizó cuando estaba en un 85 por ciento de ejecución.
El delegado local del IPPV, Roberto Arregui, informó que no hay una fecha cierta para el final de obras porque "el cronograma se re-determinará cuando concluya la veda".
Fuente: (AB).