En su discurso del lunes en la Casa Rosada, el presidente venezolano Hugo Chávez tuvo una mención especial a dos funcionarios argentinos presentes en el Salón Blanco, a quienes, en una muestra de la confianza que le merecían, citó simplemente como "Julio" y "Claudio".

Todos los presentes se dieron cuenta de que el primero de los aludidos por Chávez era el ministro de Planificación, Julio de Vido, pero el bajísimo perfil del segundo obligó a muchos a preguntar y preguntarse quién era Claudio Uberti, sentando en un lugar preferencial.

Pese a que se desempeña como director del Organismo de Control de Concesiones Viales, Uberti también viene cumpliendo un rol decisivo en las relaciones comerciales entre la Argentina y Venezuela desde la asunción de Kirchner, al punto que fue uno de los principales candidatos a reemplazar a Nilda Garré, cuando dejó la Embajada en el país caribeño.

Si bien existe desde 1993, el Concesiones Viales experimentó un importante cambio de función desde la llegada de Uberti, al pasar de ser sólo un ente de control a sumar otras facultades, como las de convocar a licitaciones para obras viales. El escándalo de la valija no es el primero que cuenta a Uberti como protagonista. Hace más de cuatro años la viuda del asesinado empresario pesquero Raúl Espinosa, señaló a Uberti como uno de los recaudadores de la campaña del entonces candidato Kirchner. La denuncia no prosperó en la Justicia.

Por su parte, el presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa, llegó al cargo con la fundación de la empresa en mayo de 2004, luego de desempeñarse como secretario de Hidrocarburos de Chubut, en la actual gestión del gobernador Mario Das Neves. Al contrario de Uberti, el cargo oficial de Espinosa tiene una relación directa con la alianza argentino-venezolana, ya que Enarsa es socia de la petrolera PDVSA en varios emprendimientos. (DyN)