BUENOS AIRES- (ABA)- El Ministerio de Economía de la Nación está analizando en profundidad la idea de retomar las negociaciones con el denominado Club de París, el grupo de naciones acreedoras a los cuales la Argentina le debe más de 6.000 millones de dólares.

El adelanto fue realizado por una importante fuente del equipo económico que conduce el ministro Miguel Peirano, quien puntualizó que la estrategia será negociar en forma global, escapando a las conversaciones individuales, lo cual le quitaría fuerza a la hora de cerrar un acuerdo.

La misma fuente del equipo económico aseguró que se empezaron a efectuar los primeros movimientos para retomar el trabajo de normalización de esa deuda de 6.000 millones de dólares y se especula que después de las elecciones presidenciales de octubre podrían encararse las conversaciones para cerrar un acuerdo.

Justamente para iniciar este proceso el secretario de Finanzas, Sergio Chodos, ha realizado contactos en los últimos días y en forma inminente realizará un viaje a Estados Unidos y varios países europeos, para tomar contacto con diferentes funcionarios y bancos de inversión.

"El objetivo es retomar el camino que se había realizado a principios de año y que se complicó porque algunos países desarrollados impusieron como condición que el acuerdo fuera supervisado por el Fondo Monetario Internacional, algo que no se podía aceptar'', señaló otro funcionario.

Esa iniciativa ocurrió en los primeros tres meses del año e incluso se pudo avanzar con España, uno de los integrantes del Club de París, al cual la Argentina le debe unos 980 millones de dólares, producto del fallido blindaje financiero de principios de 2001 que concedieron organismos multilaterales y ese grupo de países por casi 40.000 millones de dólares.

A partir de ese momento y por instrucción del presidente Néstor Kirchner a la entonces ministra de Economía, Felisa Miceli, se resolvió congelar las gestiones respectivas al Club de París.

Después de varios meses de quietud, en el gobierno admiten que empieza a ser cada vez más necesario cerrar un acuerdo con ese grupo acreedor para darle al país la posibilidad de acceder nuevamente al financiamiento de naciones desarrolladas y, además, captar mayor inversión.

"El problema es que no va a llegar la inversión que necesitamos si no se normaliza esa deuda. Es muy difícil que un banco extranjero quiera financiar el proyecto de inversión de alguna empresa europea si la Argentina continúa manteniendo ese default que se arrastra desde 2001'', aseguró otro asesor.

De todas maneras, en el Palacio de Hacienda comentaron que un punto concreto que no se está dispuesto a negociar es que el FMI intervenga en el acuerdo que se pueda alcanzar.

A su vez, se está analizando el borrador de la propuesta que se había realizado a principios de este año, que según se comentaba, contenía la idea de promover una cancelación a trece años, con tres de gracia y sin quita de capital.