Duró poco la tregua que se vivió ayer en los mercados del mundo y la Bolsa porteña fue hoy nuevamente víctima de la globalización. Al término de una rueda que siempre se perfiló hacia abajo, el índice Merval de las empresas más negociadas terminó 3,27 por ciento abajo en 2.087,68 unidades consumiendo toda la ganancia que mantenía en el año, ya que ahora pasó a perder 0,13.

Los "brokers" tuvieron que explicar en detalle los acontecimientos que agregaron presión a las ventas, pero nada sirvió para cambiar la sensación de que la suerte de los papeles y bonos argentinos dependen más que nunca de lo que ocurre fronteras afuera.

Las bolsas del mundo no tuvieron un buen día y esta vez las noticias llegaron de Europa y estrechamente vinculadas con los problemas en el sector de hipotecas de riesgo en los Estados Unidos.

El banco más importante de Francia, el BNP Paribas, decidió cerrar tres fondos con intereses en hipotecas "subprime". Más concretamente el banco francés congeló el retiro de depósitos por 2.200 millones de dólares, y luego la medida fue adoptada por otras dos entidades europeas.

Los problemas en los mercados de crédito desencadenaron una caída generalizada en las bolsas europeas, donde París fue la más afectada con un margen negativo del 2,17% y luego le siguieron Wall Street (-2,83%), San Pablo (-3,28%) y México (-2,54%). "Por supuesto, con tanta volatilidad, se exacerbó la especulación financiera. Muchos fondos están vendiendo, apostando a la baja, para luego recomprar y hacer una buena diferencia", señaló uno de los analistas más consultados en la "city" porteña.

Para explicar lo que ocurrió en la plaza local, los expertos apuntaron a la alta correlación que existe con los vaivenes de las bolsas extranjeras. Los inversores de todo el mundo temen ahora que la condiciones crediticias más severas podrían golpear a las compras corporativas y a la recompra de acciones, los dos componentes que venían impulsando los mercados.

Fuente: Télam