A primera hora un vocero lo calificó como un "hecho policial" y "ajeno a la institución", porque sucedió "fuera y lejos del club". Por la tarde la dirigencia de River dio una conferencia de prensa en la que se anunciaron medidas especiales de seguridad para el partido con Newell's Old Boys.
El partido del domingo, por la segunda del Apertura, previsto para las 16.10 fue pasado a las 14.10 para terminar con luz natural.
"River repudia enérgicamente lo sucedido y lamenta sus consecuencias. Si bien el hecho no tiene relación directa con el club, la enorme repercusión mediática y algunas declaraciones temerarias e irresponsables que no miden el daño a la institución, nos obligan a dar los pasos en cuestión", expresó en un comunicado.
En tanto el protesorero Héctor Cavallero, que llevó la voz cantante ante la prensa, reconoció que la comisión directiva se encuentra "ajena, sorprendida y consternada con lo que sucedió".
Y aclaró: "cuando ingresó Acro al club para trabajar (en maestranza con un sueldo importante) era socio y no sabíamos que fuera barra. Igualmente fue despedido un par de meses atrás".
El representante legal Alejandro Melik, sostuvo que "si los barras no están detenidos son problemas del fiscal y del juez. Puedo compartir o no la competencia de ambos en el caso, pero no tengo incidencia en esas resoluciones. Nosotros lo que manejamos es el derecho de admisión", explicó.
Entre las medidas figuran un "cacheo intensivo", no permitir el acceso a la cancha desde otros sectores del club e incrementar en 300 efectivos los destinados a la seguridad (de 750 a 1.050).
