El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, aseguró ayer que el índice de inflación de 0,5 por ciento en julio "refleja la realidad", al salir al cruce de las dudas y críticas sobre la credibilidad del indicador difundido ayer por el Gobierno.
Los cuestionamientos llegan ante un panorama general en el que diariamente se conocen fuertes incrementos en los precios y los relevamientos privados muestran aumentos muy superiores a los que difunde el INDEC.
Moreno admitió que "no hay ninguna duda de que la ama de casa que va a la verdulería y ve que la lechuga aumentó el 100 por ciento, la sustituye inmediatamente por otro producto", aunque aclaró que el índice de inflación "no refleja esa sensación porque es una canasta fija de bienes" que mide un promedio de precios.
En conferencia de prensa en Casa Rosada, el funcionario sostuvo que el índice de inflación "es una canasta de bienes y servicios con precios que pudieron aumentar el 40 por ciento, otros que no aumentaron y otros que bajaron", y puso como ejemplo el boleto de colectivo, "que no subió".
Evitó, sin embargo, referirse a la denuncia en su contra por supuesta manipulación de las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), al subrayar que "eso está en el ámbito de la Justicia y ahí se va a dilucidar".
Moreno hizo estas declaraciones luego de la firma de un nuevo acuerdo de precios con empresas del sector alimenticio por el que se comprometieron a no incrementar el precio de sus productos más de un 6 por ciento durante todo el año, en el marco de la política oficial de control de la inflación. El encuentro fue encabezado por el presidente Néstor Kirchner en la Casa Rosada y participaron representantes de las empresas Aceitera General Deheza, Arcor, La Virginia, Cepa (avícolas), Fargo, Las Marías, Kraft Food, La Serenísima, Ledesma, Molinos Río de la Plata, Nestlé, Sancor y Unilever, entre otras.