NEUQUEN (AN y ACE).- Organismos de Derechos Humanos, organizaciones sindicales, de profesionales y estudiantiles, denunciaron hechos de brutalidad policial en Centenario que aseguraron forman parte de la política provincial de la Policía.
Las entidades particularizaron en los incidentes ocurridos el domingo por la madrugada en Centenario, cuando la policía informó de una batahola en la calle Guillén luego que se alertara de un presunto robo que terminó en el apedreo de los patrulleros cuando la policía llegó al lugar.
Pero ayer los vecinos afectados uno de ellos con una fractura en el tabique aseguraron en conferencia de prensa que la policía irrumpió en un domicilio particular donde terminaba una fiesta de cumpleaños y sin razón alguna, comenzaron los golpes y disparos de perdigones.
"A varias de las personas de la casa que se llevaron detenidos, estaban en ropa de cama porque dormían cuando ingresó la policía. Luego que ingresaron y golpearon, se dieron cuenta que entre los heridos había menores de 14 años que no detuvieron ni dieron asistencia médica", dijo el abogado de Ceprodh, Leopoldo Denaday.
Denaday indicó que un menor de menos de 14 años "tiene comprometido el ojo izquierdo por un perdigón de goma, tras un ataque sin ningún tipo de explicación".
El dueño de casa, Raúl Peralta (obrero de Fasinpat), no dudó en calificar lo sucedido como un "acto de provocación de la policía".
"Se metieron en mi casa y como no podían entrar por la ventana, lo hicieron por la puerta. A mi cuñado lo sacaron del dormitorio", insistió.
Los afectados hicieron las denuncias en la fiscalía el mismo domingo, se indicó. En un pronunciamiento público, las organizaciones que brindaron la conferencia destacaron que "la brutalidad policial no es casualidad; recientemente y después del asesinato de Carlos Fuentealba el gobernador Sobisch salió varias veces a felicitar el accionar policial".
Se recordó además que la ex ministra de Seguridad, Susana Arévalo, asumió un cargo en Economía de la provincia el mismo día que debió renunciar al cargo por el asesinato del docente.
"Esta política instrumentada desde el gobierno es el trasfondo que avala la brutalidad policial: no son excesos ni casos aislados de policías descontrolados; es una política de gobierno", denunciaron.